Alberto García-Alix: «Fantasías en el Prado»
por Maica Nois
(Real Jardín Botánico-Pabellón Villanueva. Madrid, del 1 de junio al 28 de agosto de 2022)
La exposición procede dentro del recorrido photoEspaña 2022 en su vigesimoquinta edición como Festival Internacional de Fotografía y Artes Visuales bajo el patrocinio de la Fundación ENAIRE , institución cultural vinculada a la gestión nacional de la navegación aérea en España, que tiene abierta una sede permanente de su colección de arte contemporáneo en las Naves de Gamazo de Santander.
Estas «Fantasías en el Prado» son el resultado de un intenso trabajo de varios años en los que Garcia-Alix, a partir de las ocho de la tarde, se quedaba en el museo y trabajaba en las salas y obras previamente elegidas para «reinterpretar». Siempre sobre su técnica visual fotográfica. Largo es en su explicativo de las técnicas empleadas con cámara analógica . Tener en cuenta muchos factores tales como la iluminación de sala y sobre todo introducirse estudiando cada obra que tiene su particular vivencia pictórica. Lo que le ha dado la comprensión del cómo, una vez realizada tomas y yuxtaposiciones, el objetivo de la cámara ha ofrecido captadas revelaciones poéticas e incluso místicas.
El revelado ha sido otro gran caudal a tener en cuenta puesto que ha vertido al papel en la técnica gelatinobromuro de plata que es un procedimiento artístico en extinción y que presta a esta singladura un interés especial.
El resultado es el que hoy contemplamos del proyecto iniciado en 2017 por encargo de la Fundación Amigos del Prado para conmemorar el Bicentenario del Museo sobre la manera de realizar una mirada en comunicación visual con las obras de el Prado, respetando la historia, política y arte.
Nada es consecuencia sólo de un azar. En el caso de Garcia-Alix (1956), leonés de nacimiento, ya consagrado fotógrafo, creador audiovisual, escritor, editor, que visitaba el Prado con su madre-historiadora de profesión, que empezó los estudios de leyes y ciencias de la información. Que se inicia en el campo fotográfico en 1976. Que vive los cambios políticos con la Transición que fomentan a los jóvenes con impulsos de experiencias nuevas que incluían noches, motos y personajes de La Movida. Le confieren un mundo en que se sumerge y trabaja como autodidacta.
Distinguido con el Premio Trayectoria de fotografía de la Fundación Enaire, dotado con 17.000 euros, le ha sido reconocido su trayectoria artística de cuatro décadas detrás de la cámara y su evolución. Siempre en un trabajo austero y generalmente en blanco y negro que le ha consagrado traspasando fronteras como uno de nuestros mejores artistas. Esta distinción se suma a otros galardones: Premio Nacional de Fotografía 1999, Premio Bartolomé Ros a la mejor trayectoria española en fotografía en PhotoEspaña 2003, Medalla de Oro al Merito en Bellas Artes 2019 entre otros.Se cumple con esta exposición la condición que conlleva la concesión del Premio Trayectoria y es la organización de una exposición. El artista ha querido sea la exhibición de estos últimos cuatro años de trabajo y tan cercana en la localización al propio museo de El Prado. Así se muestran las 35 obras, 21 en un metro y catorce en treinta y cinco centímetros, sobre película analógica que nos traspasan la emoción palpitante de esos cuadros tan conocidos de Goya, Velázquez, Greco…. que tienen otra visión que nos hará siempre, al volver al Prado, mirar de otra manera. Todas en blanco y negro pasando por ese sutil tamiz del gris que nos hace entrar en otra dimensión histórico-visual.
Importante seguir la propia narrativa que Garcia-Alix nos brinda a la entrada de la exposición «Este trabajo, realizado durante los últimos tres años con entradas intermitentes al Museo del Prado, supone una búsqueda y la construcción de un imaginario propio con las grandes obras de la pintura y escultura que alberga el Museo. Ha sido un ejercicio fotográfico complejo y que realicé un tanto ciego al resultado, siempre aleatorio. En película analógica fundo dos o tres tomas en una sola y todo bajo la misma luz que hay en las salas. De las tomas ¿cual prevalecerá?¿cómo acentuar la segunda?¿cuanto debo cerrar el diafragma en la primera y cuanto abrir en la segunda?…¿y en la tercera?. Hago estas cuentas mientras valoro los fragmentos de los cuadros y les busco un sentido. Sometido a este tipo de interrogantes me he movido por salas y pasillos sin concederme descanso. Es el trabajo y su tensión, su praxis y la fatiga, pero nada es valorable, ni comparable, con la emoción que me agitaba al trabajar con los cuadros. Enfocando la cámara, sumergido en lo que veía, a veces se detenía mi aliento y parecía que el tiempo durmiera. Caminaba, arrebatado entre pinturas que me convulsionaban. Muchas tienen un poder sublime y al acercarme a estudiarlas, hipnotizaban».
Son las palabras sentidas y reveladoras de un maestro creador en el arte de la fotografía que camina veloz, siempre fiel con su clásica moto Harley, buscando y atravesando nuevos horizontes para plasmarlos y ofrecernos esa inspiración mágica que confabula el disparo fotográfico con el artista.