Piedad Bonnett, poeta colombiana
por Julia Sáez-Angulo
La escritora colombiana Piedad Bonnet ha llevado a cabo un encuentro con informadores de cultura para comentar los proyectos de su estancia en la Residencia de Estudiantes durante varios meses en Madrid y en Málaga. Alicia Gómez-Navarro, directora de la institución hizo la presentación de la autora.Piedad Bonnett (Amalfi, Antioquia, Colombia, 1951) es licenciada en Filosofía y Letras de la Universidad de los Andes y tiene una maestría en Teoría del Arte y la Arquitectura en la Universidad Nacional de Colombia. Ha publicado ocho libros de poemas y varias antologías. También es dramaturga y autora de cinco novelas y de un libro testimonio sobre la muerte de su hijo, Lo que no tiene nombre, incluido en 2016 por Babelia entre los 100 mejores libros de los últimos 25 años. Con El hilo de los días ganó el Premio Nacional de Poesía otorgado por el Instituto Colombiano de Cultura, en 1994; en 2011, con Explicaciones no pedidas, ganó el premio Casa de América de poesía americana de Madrid; en 2012, en Aguascalientes, México, ganó el Premio Víctor Sandoval, dentro del Encuentro de Poetas del Mundo Latino, por el aporte de su poesía a la lengua castellana; en 2014 el José Lezama Lima de Casa de las Américas, y en 2016 el Premio Generación del 27 en Málaga por su libro Los habitados.
Bonnet dijo que ya había tenido una estancia en España con una beca del ICI, porque tenía el sueño de residir un tiempo en este país. Entonces dejó a sus tres hijos con su marido y ahora regresa para impartir un taller de escritura en dos tiempos, hacer una lectura de poemas con el poeta Luis Muñoz e intervenir en una mesa redonda en la cátedra Vargas Llosa de Málaga entre otras actividades.
Frente a cierta indiferencia hacia los autores latinoamericanos que percibió en aquella primera estancia, ahora percibe que el interés es mayor, una vez pasado el llamado “boom latinoamericano” entre los 60 y 70. Estima que la Residencia de Estudiantes es un “lugar perfecto para el silencio y la contemplación tras la pandemia”. Confesó que se siente primero poeta, después narradora y finalmente dramaturga.
La poesía de Piedad Bonnet está publicada en Visor, Hiperión y Fondo de Cultura Económica. Pese a ser muy galardonada por su obra poética, asegura que nunca buscó la gestión de esos premios ni lo haría con el Reina Sofía de Poesía el Cervantes.
Sobre el asunto del derribo de estatuas de los conquistadores españoles en América Latina, dijo: “entiendo el derrumbamiento de las estatuas, pero ese no es el camino. Tienen el contenido simbólico de otros tiempos. Es la Historia en su contexto. Hoy existe una fiebre de cancelación de cosas, sin ponerlas en su contexto verdadero. Hay que ampliar y no estrechar. Hubo gestas muy heroícas de unos, aunque no fueran de allí. Fueron sueños que tuvieron lugar en su momento. Hoy las estatuas pueden estar en un museo; hay que buscar soluciones junto a los indígenas. Cada cual cuenta y reinterpreta la Historia a su juicio.
Respecto al indigenismo de hoy, lo señaló la escritora, como muy diferente de aquel de primeros del XX. Conlleva el riesgo del folklorismo y los falsos nacionalismos. “Creo en la reivindicación y la necesidad del espacio para expresar la verdad. Hay paternalismos e idealismos. Las minorías indígenas y afrodescendientes tienen hoy un lugar grande, pero han tenido momentos de pobreza, discriminación y racismo soterrado. Los últimos movimientos han abierto caminos distintos a los de principios del XX. Hay que afrontar el tema con curiosidad y respeto. Hoy somos mezcla, potencia de mestizaje y procedemos de distintas culturas como bien señalaron los escritores Miguel Ángel Asturias y Alejo Carpentier”