Rainer María Rilke. “Cartas a un joven poeta”
por Julia Sáez-Angulo
Fue una obra póstuma de Rainer María Rilke (1875-1926). “Cartas a un joven poeta” se publicó en 1929, tras la muerte del autor, en un volumen separado del resto de su correspondencia, para mostrar al lector la modernidad del libro en momentos en que ideologías tan nocivas para la individualidad como el comunismo y el nacionalsocialismo iban ganando cada vez más terreno”. Nordicalibros ha publicado una edición muy bien presentada con pasta dura y numerosas ilustraciones de Ignasi Blanch, en traducción de Isabel Hernández, que ofrece un epílogo amplio al final del libro sobre la vida del poeta checo.
“Cartas a un joven poeta es toda una lección del maestro Rilke a los que sienten la llamada y la expresión de la poesía y el arte en general. Se trata de la correspondencia con Franz Xaver Kappus (1883-1966), un joven cadete de la Academia Militar de Wiener Neustant, que aspira a ser poeta y que al autor le recuerda a sí mismo cuando era joven.
Estas Cartas revelan la concepción de la vida, la religión, el arte y sobre todo de la poesía de Rainer María Rilke. El alter ego del autor es harto frecuente en la literatura, pero en el caso de esta correspondencia es una realidad de un gran poeta como Rilke, que se desnuda ante su interlocutor.
“Incluso el arte no es mas que una forma de vivir y uno puede ir preparándose para él sin saberlo, viviendo de cualquier modo; en todo lo que es real se siente uno más cerca de él, más colindante que en los oficios medio artísticos, irreales, que en tanto que manifiestan su proximidad a él, prácticamente niegan la existencia de todo arte y lo atacan, más o menos como lo hacen todo el periodismo y la práctica totalidad de la crítica o tres cuartos de eso que se llama o quiere llamarse literatura”, escribe Rilke a Kappus. “En resumen, me alegro de que haya usted superado el peligro de caer en ello y se halle, solitario, animoso, en algún lugar de la cruda realidad. Ojalá el año que tenemos por delante lo mantenga y lo fortalezca en ella”, concluye Rilke, el poeta itinerante, que llegó incluso a España, estuvo en la pintoresca Ronda y escribió su Trilogía española.