Discos
por Xavier Valiño
GORILLAZ: Song Machine, Season One: Strange Timez (Gorillaz-Parlophone)
En su momento se habló del fin de Gorillaz. No obstante, el trabajo imparable de Damon Albarn no podía dejar escapar su creación más atípica, más que nada porque le permite trabajar con quien le viene en gana y probar todo tipo de recursos y estilos. Si en los anteriores discos de la entente animada ya había múltiples colaboraciones de postín, este bien podría ser el disco suyo más parecido a una superproducción.
Por ahí están Robert Smith (The Cure), Beck, Elton John, Tony Allen, St. Vincent, Peter Hook (New Order)… Y eso sin contar otros nombres que conectan con las nuevas generaciones, más cercanos tal vez a las propuestas desinhibidas de Gorillaz. Lo que cuenta es la creatividad, algo que no se le puede negar y que aquí se muestra en 17 canciones en las que siempre se encontrará algo. Por destacar una sola, sirva “Désolé”, la estimulante pieza que construye con la colaboración de la maliense Fatoumata Diawara.
PIGMY: Manifestación (Guerssen)
Hay algo mágico y muy especial en la obra de Vicente Maciá, quien a finales de los 90 lideró el grupo Carrots. Sus dos discos en solitario hasta ahora (Miniaturas, 2007, y Hamsterdam, 2014, este último un sorprendente disco conceptual sobre la historia de un ratón), se convirtieron por derecho propio en los tratados de pop barroco más conseguidos de la música en español, entre la folk y la psicodelia, con algún momento progresivo.
Su tercer trabajo, Manifestación, continúa esos parámetros añadiéndole, sobre todo en su primera parte, instrumentos medievales o renacentistas que lo hacen aun más singular, más teniendo en cuenta que su tema central se inspira en un tratado de alquimia de 1550. Hacia el final, en cortes como “Ana”, “Mi canción” o “Septiembre”, saca a relucir su vena más pop y agradecida, completando un disco único y embrujador, que solo habita su propio mundo.
ELVIS COSTELLO: ARMED FORCES [Super Deluxe Edition] (Universal)
Casi al mismo tiempo que se publica su nuevo y muy variado álbum, Hey Clockface, Elvis Costello sostiene en entrevistas que no le gusta la nostalgia. Y, sin embargo, acaba de lanzar también una edición completísima -solo en vinilo, ojo- de su tercer disco de 1979, supervisada por él y en la que asegura que hay “todo, sino más, de lo que uno quisiera saber sobre ese disco”.
Al disco original se le suman tres singles de la época, un mini-álbum llamado Sketches for Emotional Fascism -el primer título que tuvo aquel trabajo-, y cuatro conciertos en directo, aunque dos de ellos solo con cuatro y seis canciones respectivamente. Con la perspectiva que da esta reedición, queda claro que Costello buscó entonces ampliar su espectro musical, yendo más allá de la urgencia de punk amable de sus inicios, redondeado todo por el trabajo de una banda que buscaba nuevos espacios y trabajar las melodías más complejas que su jefe les presentaba.
FUTURE ISLANDS: As Long As You Are (4AD-Popstock!)
Seguramente, nunca tendrán otra canción como “Seasons (Waiting on You)” ni otro disco como Singles (2014). Y, probablemente, a ellos no les importe. Tras más de una década de gira continua, este será el primer disco que el grupo no lleve la carretera. Convertido ahora en cuarteto, con la incorporación del batería Mike Lowry, y con cada uno de ellos viviendo en un lugar distinto, su sexto disco lo han tenido que vivir como un reto.
Por ello Samuel Herring le canta ahora a la confianza, la honestidad, la redención y la liberación, para que las heridas puedan sanar y poder cerrar episodios dolorosos. En esta ocasión, su angustia poética ha madurado hasta convertirse en algo más tenue que muestra resignación en la melancolía que fluye por buena parte del disco. No obstante, mantiene esas canciones rítmicas e imbatibles, como “Born in a War”, “Waking”, “Plastic Beach” o “For Sure”.
NICK CAVE: Idiot Prayer (Bad Seed/AWAL-Popstock!)
Cuando Nick Cave compareció en uno de los majestuosos vestíbulos del Alexandra Palace el pasado 19 de junio (retransmitido a través de la red el 23 de julio y estrenado después en algunos cines), había cierta curiosidad por saber qué nos depararía esta vez el australiano. Fue verlo iniciar con “Idiot Prayer” (tras el impactante recitado de “Spinning Song”) para saber que aquello iba a ser una velada íntima y austera de Cave interpretando sus canciones solo al piano.
Sonaron 22 piezas de su repertorio registradas con The Bad Seeds, en solitario o con Grinderman, incluso un inédito titulado “Euthanasia”. Era su respuesta al confinamiento, en el que se decidió a preparar y grabar este recital. Este tratamiento de sus canciones (cercano al disco más representado, The Boatman’s Call ), resulta intenso, grave pero, también, menos arduo de lo que podría intuirse, convirtiéndose en un recuerdo apropiadamente oportuno del momento más extraño e incierto de nuestras vidas.
BRUCE SPRINGSTEEN: Letter to You (Sony)
Si este disco lo publicasen Brian Fallon o Craig Finn, por citar dos nombres que en algún momento han sido ubicados en el legado de Springsteen, estaríamos hablando de un buen disco. Al llevar la firma del maestro, lo más habitual es compararlo con su pasado, y ahí no puede salir bien parado, en especial si las referencias están entre 1975 y 1982.
No obstante, hay bastante recuperable en este álbum y que destacar. Para empezar, este es un trabajo inspirado de un tipo que pasa de los 70 y que le pone garra e intenta mostrarse honesto e inspirado. Se agradece que recupere a su banda, E Street, cuando no va a grabar mucho más. Y, sí, se puede encontrar más de un momento aprovechable, como “Ghosts”, “Last Man Standing” o “House of a Thousand Guitars” y otros como “Janey Needs a Shooter” o “Song for Orphans”, aunque estas dos últimas fuesen compuestas hace casi 50 años y decida por fin darlas a luz ahora.