PP Arnold, la gran voz anónima de cinco décadas de rock
por Xavier Valiño
PP Arnold acaba de editar The New Adventures of PP Arnold’. El disco abarca soul orquestal, sunshine pop, música house, una lectura épica y vanguardista del poema de Bob Dylan The Last Thoughts on Woody Guthrie, dos composiciones originales de Paul Weller y una elegía extraordinaria y conmovedora a la hija perdida de la cantante, Debbie, grabada con un coro y órgano en la catedral de Exeter. Representa el álbum que el destino negó a PP en las décadas posteriores a su éxito en solitario en Immediate a finales de los años 60. Repasamos su historia con ella.Cuando PP Arnold llegó a Londres el 23 de Septiembre de 1966 para apoyar a los Rolling Stones siendo una de las vocalistas de Ike & Tina Turner (The Ikettes), no sabía que su mundo se volvería patas arriba. La tímida pero vivaz joven de 19 años llamó la atención de Mick Jagger, quien la persuadió de quedarse en Londres y grabar como solista, dando comienzo a una carrera musical de 50 años donde ha tenido la oportunidad de trabajar con algunos de los músicos más grandes: Mick Jagger, The Small Faces, Rod Stewart, Barry Gibb y Eric Clapton, a Nick Drake, Peter Gabriel, Roger Waters, KLF, Paul Weller, Ocean Color Scene y Primal Scream, por nombrar algunos.
«Quedé con Mick durante un día libre que tuvimos de gira y fuimos a dar un paseo por Regent’s Park«, explica PP (nacida como Patricia Ann Cole y conocida fuera del escenario como “Pat”). «Nos hicimos muy amigos. Mick me dijo que el manager de The Rolling Stones, Andrew Loog Oldham, quería contratarme como solista para su sello, Immediate Records«. En unos meses, PP estaba en el número 18 en las listas del Reino Unido con su primer sencillo, “The First Cut Is the Deepest”, escrito por Cat Stevens. «Esa canción es mi historia, todo mi dolor esta en ella«, comenta la vocalista.
El “dolor” al que hace referencia PP viene de su primer matrimonio cuando su marido la golpeó después de que la cantante llegará a las 6 de la mañana tras a acudir a un concierto en Fresno. PP inmediatamente le abandonó. Este suceso fue el catalizador para unirse a The Ikettes. “Nunca pensé en unirme a la industria de la música”, explica. “Solo era una joven que cantaba góspel en la iglesia. Supongo que Dios decidió ponerme en ese camino ya que lo siguiente que recuerdo es que estaba en casa de Tina Turner cantando “Dancing In The Street”. Fui allí con una amiga a probar. A Tina le gustó mi voz y me dio una salida a la horrible vida que llevaba. Me dio una manera de mantener a mis hijos”.
Tras esto, PP realizó una gira de más de 90 conciertos con Ike & Tina. “Por aquel entonces era muy joven y tímida. Recuerdo que fue agotador, pero me encantó cantar con Tina. Fue una gran inspiración para mí y disfrute mucho el tiempo compartido, no solo con ella, sino también con el resto de chicas que formábamos The Ikettes. Esa etapa… sigue siendo un punto muy destacado de mi carrera”.Pero tras considerarlo mucho, PP decidió aceptar la invitación de Andrew Oldham para firmar con su sello, Inmediate, e ir en solitario. Grabó una serie de sencillos que pasarían al recuerdo del todo mundo: “The First Cut Is the Deepest”, “(If You Think You’re) Groovy” y “Angel of the Morning”, además de su dos LPs más icónicos, The First Lady of Immediate (1967 ) y Kafunta (1968).
Durante estos años, la cantante se puso bajo el ala de otro gran artista negro estadounidense. “Conocí a Jimi Hendrix por primera vez en el club Bag O’Nails«, recuerda PP. «Mi guitarrista dijo que había un chico estadounidense entre el público, que quería venir y tocar conmigo en el escenario. Vi a este “hermano», rodeado de mujeres, cabello salvaje (risas)… ¡Vino y nos dejó alucinados! Y, casualidades de la vida, vivía justo detrás de mí, en la plaza Montagu. Como he dicho antes, yo era una chica muy tímida y, de repente saber que no solo vives al lado del puto Jimi Hendrix, sino que encima le gustas y quiere tocar contigo… Fue increíble y un auténtico “chute” de autoestima. Él sabía de donde venia. Lo conocía mejor que nadie seguramente. Siempre fue un gran apoyo para mí”.
Cuando PP “fichó” con Inmediate, conoció a Rod Stewart, con quien grabó la canción “Come Home Baby”, con la producción de Mick Jagger. “Mick pensó que Rod y yo podríamos ser una cosa tipo Otis Redding y Carla Thomas”. Pero fue la conexión de PP con Small Faces, a través de un romance con el vocalista Steve Marriott, lo que realmente mejoraría su ya considerable reputación musical, especialmente a través de su desgarradora voz en su éxito “Tin Soldier” de 1968. Fue, dice, un reflejo de las «grandes vibraciones» que sintió en compañía de los Faces y su
carismático líder.
«Steve era muy descarado y le encantaba pasárselo bien«, se ríe. “También tenía mucho talento. Era un cantante, compositor y músico con múltiples talentos. Un guitarrista increíble y, para mí, era el mejor vocalista británico de la época. Siempre tuvimos una gran relación. La gente decía que era muy pesado y que no podían lidiar con toda esa energía que desprendía, pero yo también estaba llena de energía. Nos encantaba cantar juntos. Teníamos un ambiente de hermanos. Igual que Mick y Jimi”.
Cuando Inmediate Records quebró en 1969, PP se quedó sin contrato, sin manager y sin la confianza para buscar un nuevo sello. La ayuda llegó a través de Barry Gibb, de The Bee Gees, que sufría un bache similar a finales de los años 60. “Tanto Barry como yo estábamos en una encrucijada. Estaba totalmente perdido después de Inmediate y buscaba su propia identidad. Los Bee Gees acababan de separarse, había una gran disputa entre los hermanos, pero Barry quería seguir trabajando en el estudio. Había escuchado mi versión de «To Love Somebody» en Kafunta y le gustó. Así que empezamos a trabajar en un álbum”.
Pero después de grabar varias versiones y crear alguna nueva canción, el manager de Bee Gees, Robert Stigwood, presionó a Barry para que se uniera a ellos en un nuevo disco. «No tenía mucha confianza en mí misma en ese momento«, dice PP, «pero mientras trabajaba con Barry pensé: ¡Tal vez sí soy tan buena como dicen! (risas). Pero bueno, finalmente The Bee Gees se volvieron a juntar y todo mi trabajo se quedó en el aire”.Las sesiones con Gibb establecieron el patrón de lo que serían las próximas dos décadas en la carrera de PP, ya que muchos de los proyectos que realizó no verían la luz por razones que escapan al control de la cantante. Un ejemplo de ello fue una sesión de mayo de 1970 producida por Eric Clapton, con el batería Jim Gordon, el bajista Carl Radle y el teclista Bobby Whitlock. «Esas fueron las primeras grabaciones de Derek & The Dominos«, explica la cantante. «Hicimos el “Medicated Goo” de Traffic, el “Brand New Day” de Van Morrison y el “You Can ́t Always Get What You Want” de los Stones. Sonaban realmente bien, pero nunca fueron publicados”.
Una vez más, PP se quedó sin poder lanzar un disco que pudiera relanzar su carrera en solitario, aunque casi cinco décadas después las sesiones de Clapton se recopilaron junto con el material inédito de Barry Gibb para The Turning Tide, lanzado en el sello Kundalini Music de Steve Cradock en 2017.
Desesperada, la cantante recurrió a trabajar en teatro apareciendo en el musical Catch My Soul y, también, cantando en la grabación del álbum original de Jesucristo Superstar. «Disfruté haciendo algo diferente, pero, en el teatro, quieren que hagas lo mismo todas las noches«, dice ella. «Soy una cantante de soul, así que no canto una canción de la misma manera cada vez. Siempre estaba recibiendo comentarios del
productor… (risas)”.
Volviendo a Los Ángeles, PP se había asociado con el bajista de bandas como Crosby, Stills, Nash & Young, Fuzzy Samuel, y juntos formaron una banda llamada Axis (en homenaje a Jimi Hendrix), que hizo muchas grabaciones que, de nuevo, nunca vieron la luz. Juntos, PP y Fuzzy tuvieron un hijo, Calvin Kodzo, también conocido como Kojo, que crecería hasta convertirse en un exitoso productor, compositor y director musical.
Desgraciadamente, semanas después de que la pareja se separa a mediados de los 70, la cantante sufrió la pérdida de Debbie, su hija de su primer matrimonio, en un accidente de coche. La experiencia, comprensiblemente, «me devastó«, dice PP. «No sabía lo que estaba haciendo”. La ayuda llegó en 1978 con Barry Gibb como protagonista de nuevo, quien invitó a PP al estreno en Los Ángeles de la película Sgt Pepper’s Lonely Hearst Club Band, protagonizada por The Bee Gees, tras lo que sugirió que terminaran el álbum que comenzaron hace tantos años. Pero una vez más, la oportunidad de PP de hacer un regreso en solitario se desvaneció…
«Fui a Miami, donde se quedaron The Bee Gees para terminar el álbum con Barry«, explica. “¡Pero luego quedé atrapada en otra pelea entre los hermanos de nuevo! Todos querían trabajar con Barry entonces, y sin una gestión adecuada, mi álbum se volvió quedar por el camino”. Sin embargo, la grabación que hizo con el hermano menor de Barry Gibb, Andy, de “Wil You Still Love Me Tomorrow” apareció en el disco Greatest Hits de 1980 de este.A principios de los 80, PP regresó a Londres donde grabó una versión de The Staple Singers, “Respect Yourself”,con Kane Gang, que se convirtió en un éxito en el Reino Unido y Australia. A este nuevo regreso le siguió un papel en Starlight Express, el musical de Andrew Lloyd Webber realizado completamente en patines. PP cree que fue la fuerza muscular en sus piernas lo que hizo que lo que sucedió a continuación fuera menos catastrófico de lo que podría haber sido en un principio: mientras ensayaba para una gira con Billy Ocean, estuvo involucrada en un extraño accidente… «Estaba intentando arreglar mi coche una mañana y algo me dijo que me diera la vuelta«, recuerda, «y vi a un coche que venía directamente hacia mí. Me aplastó entre los dos parachoques. No pude trabajar durante un tiempo después de eso”.
Una invitación para ser corista en el éxito mundial “Sledgehammer” de Peter Gabriel hizo que la voz de PP volviera a las listas, después de lo cual “terminé haciendo muchos jingles (o canciones breves utilizadas con fines publicitarios): Alton Towers, Kellogg’s … así conocí a The Beatmasters, porque eran una empresa de producción de canciones para publicidad. Luego se metieron en la música house. Dije: “música house… ¿qué es música house? ¡Tiene que ser funky!” Colaboramos en el éxito de 1988 “Burn It Up”, que se estructuraba más como una canción tradicional. Yo era la única cosa en vivo de esa pista. Hicimos conciertos por todos lados. Y, todos tenían un contrato discográfico menos yo”.
La visión de la cantante sobre la industria de la música no mejoró cuando fue inadecuadamente remunerada por su voz en las grabaciones de KLF, mientras veía como se metían en el bolsillo un millón de libras. Pero no hay mal que por bien no venga y su estrella volvió a brillar en los años 90 gracias al intenso interés de Small Faces y el despertar del britpop durante esos años, además de la admiración total de artistas como Paul Weller, Ocean Color Scene (con la colaboración de PP en la canción “It’s a Beautiful Thing”) y Primal Scream.
«Me enganché a Primal Scream a través del álbum tributo a Small Faces, Long Agos and Worlds Apart ́ y fue entonces cuando me enteré de la admiración de Paul Weller«, explica PP. “Yo no estaba aquí en Reino Unido cuando The Jam triunfaba a lo grande. Así que de repente me encontré a toda esa gente que le gustaba lo que hacíamos en los 60. Esa fue una gran sensación. ¡Fue genial! Crees que todos se han olvidado de ti. Pero el Northern Soul, los Mods, lo indie… eso ayudó a mantener el fuego encendido”.
Durante la primera década del nuevo siglo, PP estuvo ocupada en las giras mundiales de Roger Waters In the Flesh y Dark Side of the Moon Live, antes de que Steve Cradock se pusiera en contacto en 2015 con ella para decirle que había redescubierto maquetas que ella y el cantante habían hecho a mediados de los 90. Esto dio la idea para el álbum The New Adventures of PP Arnold (un doble LP, nada menos), cuya grabación llevó a PP a viajar desde su casa en el sur de España hasta el estudio de Cradock cerca de Totnes, Devon, durante varias semanas.
Allí tuvieron lugar una serie de sesiones vocales, entre las cuales Steve trabajó en la producción y grabación de las pistas de acompañamiento. «Tengo que agradecer a Steve por hacer este disco«, concluye PP. «Es música soul, realmente, no puedo alejarme de mis raíces góspel. Todo lo que hago y como lo hago viene de mi alma. Dios me dio un don y yo solo soy su vehículo. Soy una cantante de góspel. Hacer este álbum ahora era mi destino”.