Gsús Bonilla: «Aviaro. Cuaderno de excusas»
por Alberto García-Teresa
(Altolibros, 2020. 86 páginas)
En el contexto del confinamiento por la covid19, y motivado por él, Gsús Bonilla ha concebido este brillante conjunto de poemas en prosa a modo de diario. Con todo, el autor evita los lugares comunes sobre estos tiempos. No se trata de un libro sobre el confinamiento, y resta el que limitemos su lectura a ese contexto.
Rico en planos textuales, Aviario abarca la reflexión existencial, la crítica social (“después de la celebración volvimos a las celdas”), la descripción maravillada de la naturaleza y la expresión de la indignación con una búsqueda formal para enfatizar el desbordamiento de la furia. El enfrentamiento entre el mundo interior y el exterior, que se hace ostensible físicamente, resalta la experiencia de la realidad desde la calma o desde la tragedia. El “yo”, de hecho, aboga por inmiscuirse y romper el aislamiento por dos motivos: por necesidad moral y por vinculación con lo otro. Precisamente, irrumpe la conciencia de la fragilidad y de la interdependencia, que cuaja en la exaltación de los cuidados y en la proclamación del amor hacia todo lo vivo.
Emplea Bonilla en esta ocasión un registro más alucinatorio, con mayor peso de la imaginación, como ya hiciera en otros libros suyos regidos por un tono más lírico. Pero no resta la frescura de las piezas, las cuales, al mismo tiempo, nos llevan a una reflexión sobre la individualidad y las posibilidades de lo comunitario. En esa vertiente, destacan las composiciones más expresionistas, marcadas por el dolor y la rabia y que siempre constatan las desigualdades entre sometidos y dominadores. Pero no hay espacio para la resignación. En efecto, la perspectiva antiautoritaria, tan característica de este escritor, persiste en esta obra y se acrecienta movida por la frustración del encierro y el estupor ante los sucesos. La violencia de algunas de sus imágenes, que siempre inciden en el componente material de la vida, acompaña el registro airado de distintos pasajes del libro. Así, los referentes son elementos sencillos, pero empujados por un hálito de delirio controlado, que buscan reproducir y extender la vida. Al respecto, la metáfora de la semilla como esperanza es recurrente en estas páginas.
Aviaro, por tanto, explora líricamente el presente pero sin anclarse en la inmediatez.