Discos
por Xavier Valiño
RODRIGO CUEVAS: Manual de cortejo (Aris)
Se esperaba este álbum desde hacía tiempo. Rodrigo Cuevas había ido dejando caer algunas canciones que hablaban de la tradición del Norte (asturiana, pero también gallega) desde la modernidad y sin prejuicios. Su encuentro con Raül Refree aventuraba algo interesante, cuando menos. Y, tras recorrer pueblos asturianos grabando a mujeres mayores durante diez días, aquí está el resultado.
Podrían haberse limitado a recoger y reproducir esos cantes antiguos pero, conociéndolos, ya sabíamos que irían más allá. Rodrigo pone su arte, su visión descarada y juguetona (aquí puede que más centrada) con la complicidad de un Refree que lo dota de una vestimenta actual, con la electrónica al servicio de la materia orgánica. Juntos firman un disco único que es, también, una filosofía vital.
NAJLA SHAMI: Ela sabe a sol (Galaxia)
Con Na lingua que eu falo (2013), Najla Shami dejaba claras sus raíces gallegas al musicar poemas de Rosalía de Castro. Ya entonces se intuía que no se iba a estar quieta, lo que evidencia su segundo disco, doce canciones que muestran una perfecta mezcla de Oriente y Occidente, así como la multiculturalidad personal, lingüística y musical de una mujer con raíces palestinas y gallegas.
Dedicado a su padre, envuelto en un hermoso libro y cantado en gallego, castellano y árabe, en él hay jazz con efluvios africanos, brasileños, portugueses o de Oriente Medio. Najla hace gala de una voz versátil, cálida, llena de matices y emocionante, dedicándose en esta ocasión a cantar al universo femenino, su poder, su brillo interior y sus diferentes paisajes a través del fuego, la tierra, la luz y el sol.
EL MATÓ A UN POLICÍA MOTORIZADO: La otra dimensión (El Mató…)
Cuando hace dos años el grupo argentino editó La síntesis O’Konor parecía que entraba en una nueva etapa, que tanto contenía las canciones aceleradas y coreables de anteriores entregas como momentos más reflexivos. Laureado, aquel trabajo aún tendría más recorrido, como atestigua la edición de este nuevo disco de nueve canciones.
Según aseguran, se trata de expandir el universo de aquel trabajo, presentando ahora versiones distintas de clásicos suyos como “El tesoro”, Excalibur”, “La noche eterna” o “Las luces”, junto a caras B y temas inéditos (“Buscando más allá”, “El perro”). Todas fueron grabadas en las sesiones del 2017 en Texas y la diferencia estriba en que ahora suenan totalmente calmados, casi acústicos, igualmente válidos pero en una faceta inexplorada así hasta el momento.
JOSH ROUSE: The Holiday Sounds of (Yep Roc-Popstock!)
Es difícil cogerles aprecio a los discos navideños que, año tras año, grandes del rock y el pop se empeñan en editar. Esta temporada, por ejemplo, ha habido más de una decepción (Los Lobos, sin ir más lejos). En los últimos tiempos pocos se han salvado, contándose entre las excepciones Nick Lowe (Quality Street, 2013) o She & Him (A Very She and Him Christmas, 2011).
Josh Rouse, uno de los mejores orfebres del pop de las dos últimas décadas, ha sido el último en intentarlo. Y lo cierto es que su The Holiday Sounds of Josh Rouse, grabado durante 10 años, no llega a la entidad de los dos anteriores pero, por suerte, puede escucharse sin empacho. A medio camino entre la americana pop, los efluvios mediterráneos de su vida en Valencia y las campanillas, convence en “New York Holiday” o “Meditarrean Xmas”.
SEN SENRA: Sensaciones (Sonido Muchacho)
Christian Senra lleva años haciendo música, tocando y grabando pero con poca repercusión, tanto con su banda Demonhigh (Corazón ardiente, 2014) como ya en solitario, de rock garajero (Permanent Vacation, 2015) o más en la onda Mac DeMarco (The Art of Self-Pressure, 2017). Hace un par de años dio un giro hacia el R&B alternativo, que bebe de la música negra más reciente y vital.Esta nueva vía se acompaña, también, por su pase al castellano, mostrando por ahí influencias de Kanye West, James Blake, Outkast o Frank Ocean. Joven, talentoso y sin miedo a mostrarse romántico (resulta perfecto para una noche en pareja), su nuevo álbum muestra mucha sensibilidad, mucho trabajo y, sí, sensaciones, tal y como indica desde su título. Es actual, de su tiempo, y así lo refleja.