Nieves Álvarez Martín: «Descubrir lo que se sabe. Estudio de género en 48 premios de poesía»
por Alberto García-Teresa
( Asociación Genialogías de Mujeres Poetas / Ediciones Tigres de Papel, 2017. 214 páginas)
A veces lo evidente se nos pasa desapercibido porque nos acostumbramos a ello; porque lo asumimos con naturalidad o por la pereza de tener que cuestionar lo que nos rodea. En el ámbito literario, las inercias, el supuesto prestigio social y la carrera de escalafones a las que muchos aspiran conlleva una reproducción inconsciente de prácticas que se interpretan como “normales”.Por eso es tan importante este informe; un estudio de la composición y galardonados de 48 premios de poesía del Estado Español (aquellos con una dotación igual o superior a los 5.000 euros), en sus convocatorias entre 1923 y 2016: 1.359 en total. La excusa ha sido comprobar si se está cumpliendo la Ley de Igualdad Efectiva, pero este documento sirve para evidenciar las relaciones de poder y supeditación vigentes. El volumen aporta y expone con claridad toda la documentación de este estudio, con un clarificador análisis pormenorizado premio a premio, nombre a nombre, mediante texto, gráficos y tablas.
Aunque Descubrir lo que se sabe. Estudio de género en 48 premios de poesía nos descubra lo que se sabe, hace falta constatarlo, remarcarlo y poner sobre la mesa los datos que desmontan los discursos de escaparate y el “victimismo antivictimista” que constituye una fabulosa coartada para sostener el statu quo. En este caso, del patriarcado.
Por otra parte, el análisis de un campo cultural concreto (la poesía en castellano en el Estado Español) no debe tomarse como un estudio de algo excepcional. Debe ser estímulo para observar qué ocurre en otros, aunque, de nuevo, “ya se sepa lo que se va a encontrar”. Esa es una de sus grandes valías; que demuestra cuánto hay de naturalización de una situación que debería ser extraordinaria y que es habitual. Por eso no sorprenden estos datos.
Las conclusiones son claras: “Solo un 17’51 % de estos premios han sido concedidos a mujeres, por jurados en los que la participación de las mujeres se situó en el 15’82%”. Visto de otro modo: el 82% de los premios de poesía entre 1923 y 2016 han sido otorgados a hombres. O, lo que es lo mismo, de 1.468 premios, en 257 fueron mujeres las galardonadas y 1.211 fueron a parar a manos de varones.
¿Tiene algo que ver la composición de los jurados en ello? Quizá: “En todas las ediciones analizadas hubo hombres en los jurados, pero en 414 de ellas no hubo ninguna mujer. Y por si esto fuera poco, de las 1.060 plazas ocupadas por mujeres en los jurados, 162 (el 15,66%) lo fueron por secretarias sin voto”.
¿Cuestiones de mercado? Bueno, 40 de esos premios han sido otorgados (y su dinerillo ha salido de allí) por instituciones públicas y 8 por fundaciones públicas o privadas sin ánimo de lucro.
Sirva, por tanto, este valioso documento como punto de partida y como argumentación incontestable ante quienes intentan disfrazar los hechos para seguir manteniendo su hegemonía con una sonrisa.