Discos
por Xavier Valiño
OKKERVIL RIVER: In the Rainbow Rain (ATO-PIAS)
Away(2016), el anterior álbum de Okkervil River, estuvo marcado por desapariciones y cambios, empezando por el fallecimiento del abuelo de su líder, Will Shelff, y una renovación completa del grupo. Tras el preocupante giro del gobierno de su país, Shelff decidió enclaustrarse a componer nuevas canciones. Inesperadamente, relucen más luminosas que nunca.
Hay en este nuevo álbum una respuesta expansiva y vulnerable a la soledad reflexiva de hace dos años, una declaración de esperanza que canta a las oportunidades para deleitarse con los dones de la vida, mostrando gratitud por ello. Los arreglos son cálidos, brillantes y sorprendentemente lúdicos, destacando “Famous Tracheotomies”, con su cita final al “Waterloo Sunset” de The Kinks, y la que puede ser la cima de su carrera, “The Dream and the Light”
VARIOS: ¡Desafinado! Spanish Bossa Nova (1963-1975) (Adarce/BCore)
Cuando a mediados del siglo pasado la bossa nova irrumpió en la música brasileña y, después, internacionalmente gracias a algunos músicos de jazz norteamericanos que se sirvieron de ella para expandir su campo de acción, pocos lugares del mundo quedaron inmunes a su deliciosa y fresca brisa.
España tampoco, claro está, y pronto se empezó a sentir su influjo en canciones de Bruno Lomas, Hermanas Benítez, Salomé o Los Millonarios. Son alguno de los 14 nombres que recoge este más que interesante recopilatorio con bossas de los años 60 y 70, extraídos de los archivos de las discográficas Belter y Discophon que, incomprensiblemente, todavía no habían sido reeditadas en vinilo. No todo es bossa nova estrictamente, sino su adaptación al pop español de entonces, pero bien que sirve como acicate para seguir investigando.
NEIL YOUNG: Roxy: Tonight’s the Night Live (Reprise/Warner)
Siguiendo con su colección de los Archivos de Neil Young, el canadiense recupera ahora los conciertos que dio junto a la banda Santa Monica Flyers (Nils Lofgren al piano, Ben Keith a la guitarra, Billy Talbot al bajo y Ralph Molina a la batería) en el Teatro Roxy de Los Ángeles entre el 20 y el 22 de septiembre de 1973 tocando temas nuevos ante sus seguidores.
El grupo acababa de grabar el álbum Tonight’s the Nightpero tendrían que pasar otros dos años antes de su edición porque, para su sello, se trataba de un disco demasiado sombrío y turbio. Lo que aquí se descubre es que, al moldearlas para el directo, los temas se vuelven más livianos, perfectos para que el quinteto disfrutara interpretándolos e, incluso, para que Young bromease con ellos olvidando por un momento la oscura leyenda que rodea a aquel álbum de 1975.
ARCTIC MONKEYS: Tranquility Base Hotel & Casino (Domino-Musicasusual)
Se acabaron las guitarras en Arctic Monkeys, al menos como las conocíamos hasta ahora. Para su sexto disco, el más esperado de los publicados en lo que va de año, el grupo da un giro sorprendente en el tono de su música, componiendo al piano y con un tono de crooner pausado que tiene que ver algo más, si acaso, con la otra banda de su líder Alex Turner, The Last Shadow Puppets.
Es este un disco claramente de Turner, en el que sus compañeros se limitan a seguirle el paso, en un álbum que bebe de Scott Walker o el Bowie de principios de los 70 (“Golden Trunks”). No es un disco inmediato, no hay singles obvios, perderá buena parte de sus seguidores, sus temas se vivirán como el anti-clímax en sus directos, pero se trata de un movimiento valiente, más que interesante y revitalizador, que acabará valorándose como merece con el tiempo.
VAN MORRISON & JOEY DEFRANCESCO: You’re Driving Me Crazy (Legacy/Sony)
Da la impresión de que Van Morrison (72 años) es más que consciente de que se le acaba el tiempo y quiere aprovecharlo al máximo. No hay otra forma de entender que en siete meses haya publicado tres discos de distintos estilos: el blues enRoll wih the Punches (septiembre), el pop swing en Versatile(diciembre) y ahora el jazz en You’re Driving Me Crazy.
En este caso se trata de una agradecida y lúcida colaboración con el virtuoso del órgano Hammond y maestro de la trompeta Joey DeFrancesco. Como en los dos álbumes citados, Morrison repasa algunos temas clásicos (“Every Day I Have the Blues”, “Miss Otis Regrets”, “The Things I Used to Do”) y temas suyos, en este caso nuevas interpretaciones de canciones señaladas de su repertorio (“Have I Told You Lately”, “The Way Young Lovers Do”, “All Saints Day”).
ELEANOR FRIEDBERGER: Rebound (Frenchkiss)
Desde que en 2011 el dúo que compartía con su hermano Matthew (Fiery Furnaces) se tomase un descanso, Eleanor Friedberger (de ascendencia griega) ha editado ya tres interesantes discos en solitario, más accesibles que los de aquella banda. El cuarto, Rebound, surge de una estancia en Grecia en 2016, donde vivió las protestas casi diarias de su población. Rebound, por su parte, es el nombre de una discoteca de Atenas donde suelen pinchar música gótica de los 80.
No obstante, sus canciones tienen poco que ver con ello, con un tono más melancólico y reposado, más acusado hacia el final, un tanto reiterativo. Por contra, su primera mitad, donde se alojan los singles, las canciones más pop y más rítmicas (“In Between Stars”, “Make Me a Song”, “Everything”…) deviene lo más inspirado que ha compuesto y grabado hasta el momento.