Un nuevo Paret para Bilbao
por Alberto López Echevarrieta
(Museo de Bellas Artes de Bilbao, hasta el 17 de setiembre de 2018)
La coleccionista Alicia Koplowitz ha adquirido en el mercado internacional la obra Triunfo del Amor sobre la Guerra, realizada por Luis Paret en 1784, y se la ha regalado al Museo de Bellas Artes de Bilbao para integrarla en su exposición 110 Años, 110 Obrasactualmente en cartelera. La donación constituye todo un acontecimiento, ya que mejora la presencia del artista madrileño en un museo que, con El Prado, presenta la más grande colección de Paret.Con la corte no se juega
Luis Paret y Alcázar (Madrid, 1746-1799) cursó estudios en la Real Academia de San Fernando de Madrid y en Roma gracias al patrocinio del infante Luis de Borbón y Farnesio, hermano del monarca Carlos III, protector también de Goya y al compositor Boccherini. Su participación en la vida licenciosa de su padrino motivó que el rey le desterrara a Puerto Rico. Cumplido el castigo, Paret se afincó en Bilbao donde permaneció de 1779 a 1789.
La permanencia del artista en la capital vasca durante esos diez años por fuerza que tuvo que ser notoria, ya que se trataba de un hombre de una gran cultura que lo mismo pintaba que traducía los Diálogosde Luciano de Samosata, el humorista sirio que escribía en griego, o construía fuentes públicas, como las dos monumentales que dejó a orillas del Nervión, una frente a la catedral y la otra en el barrio de Atxuri, aún a pleno funcionamiento.
Durante su estancia en el País Vasco pintó Vista de Fuenterrabía, Escena de aldeanos,Vista de El Arenal de Bilbaoy Vista de Bermeo, admirables obras que pertenecen a la colección de la pinacoteca bilbaína. A esa época pertenecen también dos óleos titulados Triunfo del Amor sobre la Guerraen forma de lunetos que hacen creer que estaban destinados a decorar altillos de una cámara nupcial que podían ser espejos o puertas. La temática de cupidos, uno con una corona de laurel en la mano y el otro -el nuevo- lanzando flechas, presuponen que se trata de un deseo de fidelidad para la pareja ocupante de la habitación.
¿Son sus hijas los angelotes?
Estos dos trabajos, de similares características y dimensiones, permanecieron juntos hasta 1965, fecha en la que salieron al mercado corriendo caminos diferentes. Uno de ellos fue adquirido por el Bellas Artes de Bilbao en 1999. Gracias a la presente donación, ambas obras vuelven a estar juntas. Miguel Zugaza, director del museo, no oculta su curiosidad por la técnica empleada y que se aparta de la pintura de gabinete que caracterizaba al maestro. “Tuvo que adaptarse a un formato nuevo”, matiza.Es muy posible que los modelos de los dos angelotes contenidos en ambos lunetos correspondan a las hijas del artista, María y Ludovica, ambas nacidas en Bilbao, y a las que ya había retratado el año anterior como también lo había hecho a su esposa, María de las Nieves Micaela Fourdinier. “Creo-prosigue Zugaza- que estos dos lunetos tuvieron que causar furor en el Bilbao de aquella época. Me parecen las obras más sexys de la pintura española del siglo XVIII”.
La nueva obra, donado en enero pasado, ha sido sometida a una operación de saneamiento llevado a cabo por Jon Apodaka del Departamento de Restauración del Bellas Artes, quien ha retirado los barnices oxidados y los repintes que tenía, dejándola en el magnífico estado en que se encuentra. Tanto la donación como esta precisa labor han sido alabadas en los discursos de presentación pública de la obra por Juanmari Aburto, alcalde de Bilbao; Miguel Zugaza, director del museo; Almudena Ros, conservadora de la Colección Alicia Koplowitz-Grupo Omega Capital; Javier Novo, jefe del Departamento de Colecciones del museo, y Gorka Martínez, director general de la Fundación BBK, entidad patrocinadora de la exposición.