Tom Cowsert, pintor colorista norteamericano
por Julia Sáez-Angulo
Tom Cowsert lleva 21 años en España y habla el castellano con gran fluidez y marcado acento norteamericano. Es un pintor colorista con una obra sustentada en el dibujo pulcro y ordenado, casi geométrico y el color radiante. Hijo artístico de la estela vanguardista y retiniana de Matisse, el pintor norteamericano trabaja el mediano y gran formato, con este último prepara su cuadro para participar en el Premio Reina Sofía, que convoca la Asociación Española de Pintores y Escultores, AEPE.
Su estudio es uno de los más impolutos que puedan visitarse en Madrid. Situado en el barrio Universidad, cerca de la madrileña calle del Pez, la visitante se asombra del orden del taller, donde Tom Cowsert (Mississipi, Estados Unidos de América, 1961) trabaja con disciplina y método claro “cuadro a cuadro. No soy de esos pintores que tienen empezados tres o cuadro cuadros al mismo tiempo, sino que focalizo mi atención en uno, el que estoy haciendo en ese momento”, explica el artista norteamericano, que actualmente selecciona unos grabados para el Gabinete de Dibujos y Estampas de la Biblioteca Nacional de España.
Economista de formación académica, decidió dejar su profesión en un Banco de su país, después de tomarse un año sabático para dedicarse por entero a la pintura, año al que siguieron los demás hasta la actualidad. “Fue un salto de riesgo -confiesa el pintor- pero ha valido la pena”.
Primero se instaló entre Sitges y Barcelona, para acomodarse definitivamente en Madrid, donde se sabe tranquilo y a gusto, en una calle de las más silenciosas dentro del centro bullicioso de Madrid. Su pintura es fundamentalmente al óleo sobre lienzo –alguna vez sobre tabla-; ha trabajado también el acrílico, pero no le interesa “porque seca demasiado rápido y no ofrece las calidades y matices del óleo”.
Su iconografía se mueve en todos los ámbitos de la figuración sostenida por una geometría de ejes, que la hace límpida y apolínea. Su repertorio recorre el paisaje, las marinas –tiene diversas vedutte de Venecia-, el bodegón, la figura… y el retrato cuando le llegan los encargos. Recientemente acaba de hacer el retrato de un joven en el que ha incorporado, junto al modelo, 24 elementos que definen o describen al personaje representado. “Un reto que asumí encantado y estoy satisfecho del resultado”, dice al tiempo que informa de otro retrato que le espera.
De vez en cuando decide pintar monocromos y dispone sus figuras en medio de un campo de colores fríos como los azules y blancos, o en gamas de negros, blancos y grises.
Tom Cowsert ha expuesto en fundaciones, museos y galerías. Su mercado de la pintura de Tom Cowsert se reparte entre España, pero fundamentalmente en los Estados Unidos, “país donde se aprecia siempre al pintor americano que pasa o reside en la vieja y culta Europa”, comenta.
Más información: www.tomcowsert.blogspot.com