Discos
por Xavier Valiño
NEIL YOUNG: Hitchhiker (Reprise-Warner)
Llevamos años oyendo hablar de los discos perdidos de Neil Young. Él mismo ha ido dejando caer detalles anunciando que los iba a recuperar en distintos formatos (su reproductor Pono, en blu-ray, en una web específica para ello) en los que pondría a disposición de sus seguidores todo lo que ha grabado. Mientras lo hace, ha decidido editar uno de ellos, concretamente grabado el 11 de agosto de 1976 en California, en una sola toma y del tirón.
Young ha reconocido que estaba colocado y que solo paraba para fumar o beber una cerveza. Lo que encierra este disco son tomas acústicas de ocho canciones que luego aparecerían en otros discos (“Powderfinger” y “Pocahontas” son las que más sorprenden) y dos inéditos (“Hawaii” y “Give Me Strength”). En la línea de Harvest (1972), no puede igualarlo pero el rescate bien merece la pena.
THE NATIONAL: Sleep Well Beast (4AD-Popstock!)
A lo largo de 18 años y seis discos, The National han ido forjando una base sólida de seguidores y un nombre en el mundo del rock, casi de una forma similar a como lo hicieron en los años 80 R.E.M. Su sobriedad, su humildad, su discreción, su directo y sus canciones de rock adulto hicieron el trabajo por ellos, siendo ahora capaces de liderar cualquier festival.
Si acaso la fórmula de medios tiempos inspirados pero un tanto similares había llegado a su punto sin más evolución en Trouble Will Find Me, y por ello la banda se presenta ahora con algo más de electricidad (“The System Only Dreams in Total Darkness “) o con el tiempo acelerado (“Turtleneck”), además de darle más protagonismo a las atmósferas electrónicas. Iguales de intensos pero abriendo nuevas vías.
THE DREAM SYNDICATE: How Did I Find Myself Here? (Anti-PIAS)
“Suena como todo lo que me gusta de The Dream Syndicate y sin embargo suena diferente a cualquier otro disco que hayamos hecho”, asegura Steve Wynn sobre su primer disco en casi 30 años. Ya era así en su momento: The Days of Wine and Roses (1982) era ruidista y casi punk, Medicine Show (1984) unía el jazz y Television, Out of the Grey (1986) apostaba por sonidos más americanos y Ghost Stories (1988) viraba a las baladas en negro.
Reunidos en 2014 para un concierto en directo en España, el grupo no ha dejado de girar y ahora edita su quinto disco. Aquí predomina la fiereza y electricidad en sus ocho temas e incluso free-jazz rock en el contundente y largo tema titular, tal vez lo mejor, sin repetir esquemas del pasado pero manteniendo su halo distintivo, por lo que solo cabe felicitarles (y felicitarnos).
JORGE DREXLER: Salvavidas de hielo (Warner)
Tomemos “Silencio” como ejemplo. Puede que sea el más extremo de su nuevo disco, pero bien sirve para conocer qué es lo que se trae entre manos Jorge Drexler en su nuevo álbum: el reto era grabar un disco exclusivamente con guitarras. Sí: aunque no lo parezca, todo son guitarras (las cuerdas, la caja de madera, la piel de un banjo, el metal de un dobro), incluido las percusiones; para eso está el estudio de grabación, los loops, los samplers…
En el disco participan Coque Malla, Depedro, La Vida Bohème, Javier Ruibal y, especialmente las mexicanas Natalia Lafourcade, Julieta Venegas y Mon Laferte (de adopción), pero lo que cuenta son las brillantes canciones de Drexler, más que nunca en clave de cantautor moderno y arriesgado, tal vez lo más cerca que tengamos para relevar a Caetano Veloso.
VAN MORRISON: Roll with the Punches (Caroline-Musicasusual)
Si atendemos a los números fríos, Roll with the Punches es el trigésimo séptimo álbum de estudio de Van Morrison y consta de cinco composiciones nuevas del cantante de Belfast así como versiones de 10 clásicos de rhythm and blues, de Bo Diddley a Mose Allison pasando por Sam Cooke, Sister Rosetta Tharpe, Little Walter y Lightnin’ Hopkins, entre otros.
Sin embargo, si reparamos en su obra, parece que Morrison está en piloto automático desde principios de los 90, con Hymns to the Silence como su probable última obra maestra. Nadie le niega la posibilidad de rendir tributo a sus héroes, y hay algún momento en el que parece que va a levantar el vuelo (“Goin’ to Chicago”, “Ride on Josephine” o la propia “Transformation”, su “People Get Ready”), pero ya quedan lejos las cimas del pasado.
BOMBA ESTÉREO: Ayo (Sony)
“Mezclados, somos todos mezclados, venimos de todos lados, la misma historia con otro sabor”. Así canta Liliana Saumet en el reggae “Taganga”, una de las diez nuevas canciones del quinto disco de los colombianos Bomba Estéreo, Ayo, en el que continúan mezclando el sabor de la música tradicional latina con un espíritu punk-psicodélico y un ritmo siempre bailable.
Siendo el hayo una mezcla de hierbas con hojas sagradas de coca masticadas por pueblos indígenas en los Andes para aumentar la energía y la claridad mental, no es de extrañar que el disco lo tome como título para partir de la cumbia y otros ritmos colombianos y de raíces indígenas y fusionarlo con influencias europeas, americanas y africanas en canciones que emplean la gaita y la flauta de millo de Santa Marta, el pueblo natal en las montañas de Saumet.