Melissa Etheridge, recuperando los clásicos del sello Stax
por Xavier Valiño
Memphis Rock and Soul es el nuevo álbum de la cantante, compositora, guitarrista y activista Melissa Etheridge, un disco grabado en los estudios Royal por Lawrence ‘Boo’ Mitchell y en el que rinde homenaje a la rica historia musical del legendario sello de Memphis Stax Records. Charlamos con ella para que nos explique su gestación.
Melissa Etheridge ha hecho cosas muy valientes a lo largo de su carrera. No ha tenido miedo en luchar por sus creencias tanto en sus canciones como en su vida. Pero como artista no se la ha jugado nunca tanto como lo hace en MEmphis Rock and Soul. Por supuesto que ya ha cantado canciones de algunos de sus mayores héroes otras veces. Pero, ¿Otis Redding? ¿Mavis Staples? ¿Sam & Dave? ¿Rufus Thomas? Éstos son algunos de los nombres, algunas de las voces de la música en la cúspide de una era de la música americana, que aparecen en las canciones de este álbum y con las que la gente podrá identificarse.
Grabado en los históricos y emblemáticos estudios Royal junto a una banda compuesta por algunas de las figuras más preminentes de la escena de Memphis, el álbum incluye algunas de las grabaciones más preciadas de la ciudad. Las canciones en sí son el corazón del famoso sello Stax Records, siendo el álbum un homenaje de Etheridge al importante papel que jugó la música de Stax en su vida y en la vida moderna americana. “¡No tenéis ni idea!” dice sobre adentrarse en este proyecto, en el que también colabora el guitarrista John Mayer en dos canciones. “Hicimos un intensa investigación sobre el soul y el alma”.
Para alimentar su alma musical recurrió a sus recuerdos cuando bailaba en su casa de la infancia en Kansas City al ritmo de la música de Memphis a través de su dial de radio en AM, paralizada y transportada por la energía y el misterio, la alegría y el dolor de esas grandes canciones, realzadas, según crecía, por el impacto que tuvo esta música en las bandas de rock que ella admiraba como The Beatles, Rolling Stones o Led Zeppelin. “Es algo que me influyó directa e indirectamente”, dice. “Es mucho de lo que quise ser y de lo que siempre quise cantar y esos sentimientos que quería mostrar, esa intensidad que no tiene en cuenta de qué color eres. Viene del alma. ¡Cada uno de nosotros conoce el sufrimiento de “I’ve Been Loving You Too Long”!
En MEmphis Rock and Soul Etheridge añade su potente voz y su visión apasionada a algunos de los tesoros de la música moderna como “Respect Yourself” de Staple Singers, “I’ve Been Loving You Too Long (To Stop Now)” y “I’ve Got Dreams to Remember” de Otis Redding, “Hold On, I’m Coming” de Sam y Dave, “Born Under a Bad Sign” de Albert King o “Who’s Making Love” de Johnnie Taylor, así como también verdaderos descubrimientos que encontró durante sus profundas exploraciones en el catálogo de Stax como “Memphis Train”, canción que da comienzo al álbum, o la irresistible canción “Wait a Minute” que induce a bailar. Los autores de estos temas son cuando menos monumentales: David Porter e Isaac Hayes, William Bell, Mack Rice, Booker T. Jones y B.B. King, entre ellos.
Cualquier obstáculo que pudo tener comenzando el proyecto fue inmediatamente olvidado cuando llegó a Memphis, que se terminó convirtiendo en una experiencia inspiradora: 10 días de grabación que incluso superaron sus sueños más optimistas. El simple hecho de estar en el estudio, construido por Willie Mitchell en un viejo vodevil y que ahora lleva su hijo, Lawrence ‘Boo’ Mitchell, era suficiente. “No ha cambiado mucho desde 1964, lo cual es parte de la magia”, dice. “Está justo en medio de un barrio. Sales y la gente está pasando por ahí. Es el corazón de Memphis, donde está todo.”
Captar ese ambiente era un factor clave desde el principio para ella y su coproductor John Burk, cuyos trabajos de producción abarcan desde Ray Charles hasta Mel Tormé, pasando por Tito Puente. Pero lo más mágico eran las personas, los músicos y los miembros de Stax, quienes le acogieron como parte de la familia para las sesiones. ¡Y qué familia! “El Rev. Charles Hodges al órgano, Leroy Hodges al bajo y Archie ‘Hubbie’ Turner al teclado son parte del famoso Hi Rhythm Section, que fue la banda de acompañamiento de Al Green, Ann Peebles, Rufus Thomas, O.V. Wright y muchos más. El guitarrista Michael Toles tocó junto a la gran banda de Stax The Bar-Kays, pero quizás es más conocido por ser el creador del muy copiado riff wah-wah en “Shaft” de Isaac Hayes. El increíble sonido del batería James ‘JRob’ Robertson se ha dejado oír en sesiones con Bobby ‘Blue’ Bland, Johnnie Taylor, Little Milton, Z.Z. Hill y muchos otros grandes. Como toque final, John Mayer añadió algo de blues a “Rock Me Baby” y “Born Under a Bad Sign”.
“Los músicos fueron muy respetuosos desde el primer día que llegué”, afirma, y el respeto fue claramente mutuo. “¡El Rev. Charles Hodges! Toca el órgano en todos los grandes álbumes de Al Green. Tenía el órgano que siempre ha tocado y, en cuanto se sentó y tocó la primera nota, me derretí. Es un hombre de lo más dulce y cariñoso. Antes de que comenzaran las sesiones estaba ahí dentro mientras contaban sus historias, sus giras en los 60 y los 70, cómo se reían sobre cómo les paró la policía en Alabama, les llevaron a una casa en una granja con un juez, buscando cuerdas en un árbol. ¡Y se estaban riendo! Estaba horrorizada, pero les encanta y es su vida y está ahí, en el ritmo emocionante de la música”.
Todo fue bien y superó con creces sus expectativas. “No hizo falta repetir las canciones más de tres veces y la mayoría de las voces se grabaron en directo”, dice ella. “Fueron 10 días de grabación. Nos cogimos el domingo libre. Esa tarde tocamos en un club llamado Warehouse en Memphis, nos juntamos y tocamos las canciones que habíamos estado grabando y los músicos de los instrumentos de viento tocaron también. Todavía no habían estado con nosotros. Después de eso, entramos al día siguiente en el estudio y grabamos ‘Hold On I’m Coming’ y ‘I’ve Been Loving You Too Long’. Lo bordamos. ¡Estábamos muy sincronizados!”
No fue todo, ya que grabar ahí tuvo sus ventajas. “Yvonne, la hija de Willie, cocina”, añade. “Estar todo el día en la sesión y después comer salmón, frijoles y pan de maíz… ¡Increíble! Comes y vuelta a trabajar otra vez. Estábamos todos enamorados de todos hacia el último día. No quería que se acabara”.
Pero a lo largo de las sesiones nunca se olvidó de la gran responsabilidad que le habían dado con estas canciones y estos músicos, con este legado. A veces era abrumador. “Si tuviera que decir, ‘nombra un vocalista, sólo uno, tu favorito,’ yo realmente diría ‘Otis Redding”, dice. “Es él. Su versión en directo de “I’ve Been Loving You Too Long” es a lo que aspiro yo en mis conciertos. ¡Lo que hacía con el público! Su concierto en Monterey Pop fue simplemente increíble. Ahí estaba Janis Joplin viéndole y, dos años después, en Woodstock, ella le imitaba. Así que mi pensamiento fue, ‘Vaya, o bien tengo que rehacerlo todo o tengo que bordarlo con la mayor pasión, intensidad y ternura que pueda”.
Existe otro aspecto del legado que se tomó igual de seriamente, y es lo que la música y los artistas defendían, culturalmente, en un momento muy crucial en la historia de América. La que trajo este reto en cuanto lo anteriormente dicho fue “Respect Yourself”. A pesar de que la canción, escrita por Luther Ingram y Mack Pice (que falleció el año pasado) y convertida en un éxito por los Staple Singers, expresara temas y sueños universales, Etheridge pensó que era tan de su época, lugar y perspectiva que no era adecuado para ella cantar la letra original. Así que Etheridge contrató a Priscilla Renea para colaborar con ella reescribiendo la letra de la canción para dirigirse a los temas de tal forma que fuesen fieles tanto en su contexto original como al mundo de hoy en día.
“Desde mi punto de vista, cantar eso palabra por palabra ahora mismo diluiría de alguna manera la energía del movimiento de aquel momento”, dice, citando referencias concretas de la versión original hasta los aspectos más profundos de las luchas por los derechos civiles. “Es muy parecido a por lo que seguimos luchando hoy en día, este miedo al otro, el racismo y la homofobia, miedo a los extremismos religiosos. Quería coger esa canción y llenarla con esas energías y repitiendo que lo que era verdadero entonces, lo sigue siendo hoy en día, y que todo comienza con el respeto a uno mismo. Tienes que mirar dentro y empezar por respetar quien eres, y cuando encuentres aprecio y respeto por ti, podrás verlo en el mundo y creer en lo bueno de este, y eso también te ayudará. Me gusta lo que escribieron en su momento: Respétate a ti mismo. Así es como pones freno al ciclo”.
La sección de vientos le da ese toque clásico de Memphis a las canciones y en “I’ve Been Loving You Too Long”, “These Arms of Mine” y “I Forgot to Be Your Lover” un cuarteto de cuerda con arreglos de Lester Snell añade la combinación de dulzura y tristeza que está en el corazón muchos de estos clásicos. El hecho de que John Mayer añadiera algo de guitarra fue clave también. La idea vino de cuando él y Etheridge cuando tocaron en un concierto benéfico de Sammy Hagar para la cura del cáncer en San Francisco. “John nunca me había visto en directo antes y se volvió loco”, dice Etheridge. “Le dije, ‘¿qué haces este fin de semana?’”.
Etheridge también añade algunos toques de harmónica en algunas canciones, sobre todo en “Memphis Train”, una agitada canción de Rufus Thomas que sirve como comienzo del disco, y en el vertiginoso “Wait a Minute”. Ambas canciones se encuentran entre otras muchas que puede que sean menos conocidas para muchos fans o incluso completamente desconocidas. Y la alegría por el descubrimiento es igual de fuerte que el cariño ya presente por las canciones más conocidas para nosotros y para ella.
“Incluso la gente de Stax decía, ‘¿qué canción es esa?’ con un par de ellas”, dice. “Pero había una mujer, Deanie Parker. Ella fue la que fundó el museo de Stax. Bromeando dijo que ella querría haber sido una estrella pero no tenía el talento suficiente. Pero formó parte de Stax, ayudó a construirlo todo y era su historiadora. Reconoció “Wait a Minute”. Barbara Stephens fue la que la cantó originalmente. Fue un éxito muy muy pequeño. Nunca antes había escuchado ‘Memphis Train’. Nos quedaba medio día aún y pensamos, ‘Oye, podríamos hacer otra canción’. John Burk, mi coproductor, dijo, ‘¿Cuál es ésta? Es de Rufus Thomas y rezuma ese sonido de Memphis por las cuatro esquinas. Lo escuchamos tres veces y la hicimos. Fue tan divertido y aquí está, ¡dando comienzo al álbum! ¡Venga, súbete al tren de Memphis!”.
Etheridge no puede estar más contenta con los resultados. “El álbum capta completamente lo que sentía de pequeña escuchando estas canciones”. Y ahora está emocionada por compartir su MEmphis Rock and Soul. “Me encantó hacerlo”, dice. “Quiero que la gente se lo ponga mientras limpia la casa o tarde por la noche con su familia o conduciendo. Solo quiero emocionarles”.