“La saga Cervera – Jordà”
por Redacción
Conferencia de Julia Sáez-Angulo en Els Armats de Lleida
“La saga Cervera – Jordà” ha sido el tema de la conferencia impartida por Julia Sáez-Angulo en la sede de Els Armats de Lleida, acto que fue presentado por Josep Àngel Comes, presidente de la citada institución, Carlos Sánchez, organizador de actividades culturales y Rafael Oncins, empresario. La pianista Teresina Jordà clausuró el acto con sus palabras e intervención musical al piano, acompañada del pianista David Jordà, que exponía en la sede una colección de fotografías cobre paisaje y naturaleza.
La conferenciante hizo un recorrido cronológico y cultural sobre los méritos de los cuatro componentes de la saga: Pepita Cervera (1925-2010), Teresina Jordà y los hermanos Verónica y David Jordà Cervera. Todos ellos muy vinculados a Lleida, como lugar de origen y donde llevan a cabo seminarios de estudios musicales anuales durante la primera semana del mes de agosto, en colaboración con el Centro de Estudios Musicales Pepita Cervera, musicóloga que cuenta con una plaza en la citada ciudad catalana, una placa en la casa donde nació, y un espacio en la sede de Els Armats de Lleida.
La conferenciante, entre otras cosas, dijo: En vida, ambas pianistas, Pepita y Teresina, llevaron a cabo juntas más de dos mil conciertos en un centenar de países. No podía ser menos, que el arte de la primera concertista se trasvasara a la segunda intérprete sin solución de continuidad. Pepita Cervera y Teresina Jordá ensayaban juntas y conocían a la perfección la respectiva manera de interpretar la música al piano. Pudiera decirse que estaban fundidas para lanzar las notas al unísono en una interpretación artística sin fisuras. El piano y la música las compenetraba en el escenario y en la vida. El dúo al piano de estas dos artistas fue realmente célebre en sus actuaciones.
Las dos pianistas han bebido del arte y los ecos del músico leridano y universal Enric Granados (1867 – 1916), de quien acabamos de celebrar el centenario de su muerte el pasado 2016 y este año 2017 celebramos el 150 aniversario de su nacimiento. Estamos por tanto ante una nueva efemérides. Hay que recordar que Pepita Cervera y Teresina Jordá han interpretado juntas, una y otra vez, la obra pianística completa de Enric Granados. Ambas se sentían de algún modo depositarias de la obra de este compositor y con la misión de difundir por el mundo la alta calidad y estima del legado musical de este universal leridano .“Enric Granados no tuvo tiempo de terminar todas las composiciones que estaba haciendo y su hija Natalia Granados de Carreras nos puso a disposición todo lo que tenía inédito de su padre”, declaró Teresina Jordá en una entrevista que tuvo lugar en el diario Menorca al día en julio de 2016.
Precisamente en el concierto de Ciutadella, Teresina interpretó ‘Dolora en la menor’, que ella misma terminó de componer en un trabajo de musicología, por encargo de la hija de Granados. “Es un honor que Natalia confiara en mí para poder terminar esta composición inacabada de Granados, que originalmente era un apunte goyesco suyo. Natalia Granados, con quien hemos tenido una relación muy estrecha, me dio dos originales de su padre, y uno es éste, que tengo como joya preciada. Ya de muy joven, cuando tenía entre 18 y 20 años, di 30 conciertos monográficos con la obra completa de Granados por toda Europa: nos sentimos depositarios de su obra, de toda su producción, y sentimos que la debemos difundir siempre con alta calidad, tal como nos ha llegado a nosotros”. Ya los comienzos musicales en publico de Teresina Jordá junto a su madre, estuvieron muy ligados a la interpretación de la obra de Enric Granados.
En el concierto del Claustro del Seminario en Menorca, Teresina Jordá también ofreció su propia composición ‘Evocación a Enric Granados’. Conviene saber que Teresina tiene registrado, a día de hoy, un opus de casi doscientas obras compuestas o adaptadas por ella misma. Una de esas obras es «Quimera azul», dedicada a su madre Pepita Cervera.
El compositor, académico y crítico musical Tomás Marco, quien fuera director gerente del Auditorio Nacional escribió: “El dúo formado por Pepita Cervera y Teresina Jordá, ilustres pianistas, figura entre los mejores de los muchos grandes intérpretes que España ha dado”. Hay que añadir que, para su inauguración, el Auditorio Nacional programó un concierto de orquesta y como segundo concierto tuvo lugar la interpretación al piano del dúo de Pepita Cervera y Teresina Jordá.
Por su parte, las palabras del bailarín y coreógrafo Víctor Ullate dijeron en su día: “Pepita Cervera ha sido un verdadero icono musical en este país”.
En la docencia, Pepita Cervera y Teresina Jordá han formado a más de tres mil alumnos, a lo largo de 50 años, tarea que, como en la parábola bíblica, se sabe que se siembra y después fructifica, en este caso la música. Cinco décadas de docencia musical, de la que han granado nada menos que 300 profesionales entre solistas de piano, viento, cuerda y voz, musicólogos, críticos musicales, dirección orquestal, coral o docentes. La llama del conocimiento, como la antorcha olímpica, se transmite de mano en mano, en esa cadena sin fin que es la historia de la cultura de los hombres y mujeres, en este caso, la historia de la música, la historia del piano. (La historia de la cultura es el paso progresivo de la barbarie a la civilización, aunque se produzcan con frecuencia bandazos o retrocesos). Algunos de los alumnos brillantes de estas docentes, como Pablo Rueda, han llegado a actuar al piano, junto a su maestra Teresina Jordá, en múltiples giras musicales, concretamente, más de 500 conciertos por Europa y los Estados Unidos.
Sobre Pepita Cervera, artista de la música, se han escrito dos biografías que recomiendo: una la titulada Pepita Cervera, Anécdotas y Vivencias, de Julia Sanz Gadea, publicada por la editorial Milenio en 2010 y, la segunda, más breve, a modo de Apuntes, por Teresina Jordá en los cuadernos La Espiral de la Vida, publicación en la que la hija vierte los recuerdos y los méritos musicales de su madre, unos cuadernos poéticos con singulares ilustraciones, que son dibujos de la autora, dibujos que han sido expuestos recientemente en esta sede de Les Armats de Lleida. Yo le he invitado a que done alguno de esos dibujos a la Biblioteca Nacional y confío en que algún día lo haga. Como ven Teresina Jordá es una artista pluridisciplinar y polivalente.
Pepita Cervera fue buena amiga de Rosa Sabater y Alicia de Larrocha (de esta última, recientemente, la segunda cadena pública de TV ha emitido un amplio documental sobre ella). Alicia de Larrocha, murió en 2009, un año antes que Pepita, quien se afligió mucho con la noticia y estuvo algunos días deprimida por ello. La amistad de estas tres mujeres brillantes duró toda la vida, algo no siempre fácil de darse entre las grandes artistas cuando se creen y/o van de divas o prima donna. Alicia de Larrocha era experta en interpretar a Mozart y un amplio repertorio de música española, entre él a Isaac Albéniz; Pepita Cervera fue la máxima interprete de Enric Granados y de Chopin.
Tanto Pepita Cervera como de Alicia de Larrocha y Rosa Sabater fueron alumnas escogidas de Frank Marshall en su reconocida academia en Barcelona. El maestro tenía buen ojo para seleccionar las manos diestras de las futuras pianistas. Aquella fue una cosecha excelente de buenas profesionales. Tres mujeres coetáneas que han dado gloria y excelencia al piano, a la música. Tres hitos que tienen página de oro en la siempre difícil historia de las mujeres que destacan.
La escritora británica Virginia Woolf escribía en su célebre conferencia de 1928 en la Universidad de Oxford, que, para dedicarse a la literatura o a cualquier otro arte, la mujer necesita dos cosas de las que ha carecido en la historia: una habitación propia y dinero para sostenerse. Hoy la gran lacra que sigue pesando sobre la mayoría de las mujeres del planeta sigue siendo la misma: pobreza global y misoginia. Solo mujeres luchadoras y con tesón consiguen salir adelante. Pepita Cervera, al igual que su hija, fue una de ellas, en esa saga singular de las creadoras en el arte.
La investigación musical fue otro aspecto importante en el trabajo de Pepita Cervera y Teresina. Ambas indagaron y estudiaron, entre otros campos en la música d´Oc, la música catalana, occitana, para conocerla e interpretarla mejor, para componer sobre o en torno a ella. Pepita Cervera y Teresina Jordá, dos catalanas afincadas en Madrid, han investigado sobre las raíces musicales de su tierra y han compuesto obras sobre ella. Ambas musicólogas investigaron también la música de tecla del XVIII español, por un lado, y la música de los países nórdicos, por otro. Igualmente han recuperado obras de antiguos maestros de capilla -músicos asalariados en las catedrales- que ellas pusieron de nuevo en circulación por los escenarios.
Pepita Cervera junto a Teresina Jordá han llevado a cabo una discografía amplia e interesante, en la que podrían destacarse la obra completa de Mozart y del compositor francés Francis Poulenc, así como la del compositor vasco Padre Donostia, cuya obra estaba inédita. Esta última fue grabada en los años 90.
Recapitulemos en este acto de reconocimiento y homenaje a la saga Cervera Jordà. Cabe concluir recordando que Pepita Cervera fue una gran mujer, una magistral intérprete de la música, cuyo reconocimiento internacional se debe a su excelente técnica pianística, tratamiento único de la sonoridad y del pedal, de la belleza y coloratura del sonido. Pepita Cervera fue una gran difusora de la obra de Enric Granados y maestra gestante de una saga musical noble, en los nombres de Teresina, David y Verónica Jordá Cervera. Los Cervera Jordá o Jordá Cervera son una familia con talento, energía y empeño”.