Discos
por Xavier Valiño
JULIE BYRNE: Not Even Happiness (Basin Rock)
Julie Byrne publicó su álbum de debut, Rooms with Walls and Windows, en 2014, sorprendiendo en su encarnación de cantautora folk con guitarra desnuda en medio de la heterogénea escena musical. Aunque nació en Búfalo (Nueva York), ha residido en Pennsylvania, Massachusetts, Chicago, Seattle, Nueva Orleans y Nueva York, además de haberse pasado los últimos dos años de gira, dando conciertos, por ejemplo, en Madrid o el BAM barcelonés en 2015.
Su segundo disco supera al anterior, repitiendo el esquema de cantante profunda más guitarra en arpegio, aunque con un fondo más enriquecido y accesible respecto a su ópera prima. Según su autora, el disco empezó a cobrar vida mientras caminaba una mañana temprano y el Sol iba iluminando la tierra. Hay en sus canciones ecos de Vashti Bunyan, Michelle Shocked, Cat Power, Angel Olsen, Laura Gibson o Sharon Van Etten, aunque sus creaciones tienen algo más indefinido, sobrenatural incluso.
FLO MORRISSEY & MATTHEW E. WHITE: Gentlewoman Ruby Man (Glassnote)
No son precisamente unos veteranos: Flo Morrissey lleva poco en la escena musical, ya que su primer disco, Tomorrow Will Be Beatiful, lo publicó en 2015. También en 2015 Matthew E. White lanzó su segundo trabajo, Fresh Blood. Sin embargo, este último ha cobrado más notoriedad por su estudio, con banda residente, Spacebomb, donde ha grabado, entre otros, el excelente disco de debut de Natalie Prass o, más recientemente, el de la española Alondra Bentley.
Ambos han registrado ahora al alimón este álbum de versiones, Gentlewoman Ruby Man, en el que reinterpretan a artistas tan dispares como James Blake, Frank Ocean, The Velvet Underground, George Harrison, Charlotte Gainsbourg, Bee Ges, Roy Ayers, Nino Ferrer o el recientemente fallecido Leonard Cohen. Agradable, no deja de ser un interesante pasatiempo a la espera de que vuelvan a acometer obras mayores.
THE FLAMING LIPS: Oczy Mlody (Bella Union)
Aunque parezca increíble, llevan en activo casi 35 años, publicando discos personales que mezclan de todo para adquirir ese estilo propio e inimitable que nadie más consigue. En los últimos tiempos han hecho todo tipo de experimentos extraños como grabar con Miley Cyrus, acabar una película indescriptible sobre extraterrestres, interpretar y grabar una canción de 24 horas, versionar discos enteros a su manera (como The Dark Side of the Moon)…
Impredecibles, influyentes y universalmente respetados, su regreso con temas nuevos tras los cuatro años que median desde The Terror los devuelve no menos experimentales pero tal vez algo más melódicos y con canciones de estructura más reconocible, por lo que se habla de un regreso a sus mejores álbumes como The Soft Bulletin (99) o Yoshimi Battles the Pink Robots (2002). No es el caso, ciertamente, pero se agradecen canciones de melodía más reconocible como “We a famly”, “Sunrise (Eyes of the Young)”, “How??” o “The Castle” en medio de su habitual desparrame psicodélico.
THE xx: I See You (Young Turks)
Dos discos situaron a los (muy) jóvenes británicos como una de las escasas bandas de referencia del cambio de década, xx y Coexist. Sus mimbres, minimalistas pero actuales, les grajeó el favor de la crítica y de una amplia minoría. Tras el disco reciente de uno de los tres, Jamie xx (Jamie Smith), más cercano a la escena de baile, había interés en saber si seguirían anclados en su sonido o evolucionarían en esa dirección.
Pues bien, I See You marca una nueva era para el trío londinense formado por Romy Madly Croft, Oliver Sim y Jamie Smith, tanto en términos de proceso como a nivel sonoro. Si xx y Coexist fueron trabajados en un relativo aislamiento en Londres, I See You fue grabado entre a lo largo de dos años entre Nueva York, Reikiavik, Los Ángeles y Londres, y está caracterizado por un enfoque más extrovertido, abierto y expansivo. Quieren comerse el mundo y, definitivamente, Jamie xx les ha marcado la senda.
PRESUMIDO: Vendetta (Music Bus)
Llevan un año dejando caer pistas de su primer álbum, sin duda uno de los discos más sorprendentes del 2017 en nuestro Estado. Presumido es el proyecto de Tarci Ávila (The Blows) y Nacho Dafonte, músicos que se conocían de otras formaciones como Aerolíneas Federales, Villanueva o Eladio y los Seres Queridos.
A principios de este año editaban Vendetta, su debut, al que le precedieron dos singles, “Necrotú y yo” y “Ahógate”. Con este proyecto han creado un puente entre la música electrónica del pasado y la del presente, mezclando clásicos como Depeche Mode, Kraftwerk o Daft Punk con referencias contemporáneas como M83, Moderat, Telefon Tel Aviv… Y todo ello en castellano, un mérito a mayores.
MARK EITZEL: Hey Mr Ferryman (Merge)
Al frente de American Music Club, grupo californiano que partía del folk rock para facturar enormes y sentidas canciones, Mark Eitzel grabó siete discos imprescindibles. Ya en solitario, Eitzel comenzó su carrera en la segunda mitad de los años 90 con el álbum 60 Watt Silver Lining (1996). Sus catorce discos, entre los publicados con su banda y a su propio nombre, llevaron a que publicaciones como The Guardian lo considerase el ‘mejor letrista americano vivo’.
Su nuevo disco ha sido grabado en Londres y ha contado con Bernard Butler en las labores de producción. El ex guitarrista de Suede no se limita a ello, sino que toca también la guitarra eléctrica, el bajo y los teclados en algunas partes del álbum. La cuestión no es baladí, por cuanto la belleza y limpieza de su trabajo es un tanto distinta o la habitual en la producción de Eitzel, aunque la melancolía y la tristeza inherente de su voz siguen patentes en la continuación de Don´t Be a Stranger, con alguna canción para el recuerdo como “The Last Ten Years”.