Bob Dylan: “Toda la gente de mis canciones soy yo”. Entrevista (I)
por Xavier Valiño
En 2009, Bob Dylan publicaba el álbum Together Through Life. Producido por Jack Frost (su álter ego), el disco venía marcado por su sabor añejo. Con ese motivo, Dylan dio una entrevista en la que proporcionaba unas cuantas claves sobre su obra. La recuperamos ahora extrayendo sus declaraciones más interesantes a la luz de la reciente concesión del Nobel de Literatura. Buena parte de este álbum parece un disco de Chess de los años cincuenta. ¿Qué te gusta de ese sonido?
– Me gusta el ambiente de esos discos, la intensidad. No es un sonido cargado. Hay fuerza y suspense. Toda la vibración parece como si viniese del interior de tu mente. Está vivo. Es apropiado. Se clava en tu cabeza como un dolor de muelas.
¿Conociste a Howlin’ Wolf? ¿A Muddy Waters?
– Vi varias veces actuar a Wolf, pero nunca lo conocí. A Muddy lo conocí un poco.
¿Se te acercan los parientes en la barbacoa y te preguntan cuándo vas a escribir una canción para ellos?
– Oh, sí, la mujer de uno de mis tíos solía molestarme todo el tiempo, “Bobby, ¿cuándo vas a escribir una canción sobre mí? Ponme en la radio”. Me resultaba incómodo.
¿Como conseguías escabullirte?
– Decía, “Ya lo he hecho, tía. No escuchas las emisoras correctas”.
El nuevo disco es muy diferente de Modern Times, que fue un número uno. Parece que cada vez que tienes un gran éxito, a la siguiente ocasión cambias las cosas de sitio. ¿Por qué no intentas exprimirlo un poco?
– Creo que exprimimos todo lo que pudimos el anterior disco. Lo dejamos seco. Todas las canciones de Modern Times fueron escritas e interpretadas en el más amplio registro posible, tenían un poco de todo. Estas nuevas canciones tienen una vertiente más romántica.
¿Cómo es eso?
– Estas canciones no necesitan abarcar el mismo terreno. Las canciones de Modern Times actualizaron mi repertorio, y la luz se dirigía hacia cierta dirección. Has de tener a alguien en mente como una audiencia, de otro modo no tiene sentido.¿Qué quieres decir con esto?
– No parecía haber ningún consenso general entre mis oyentes. Algunos preferían las canciones de mi primer periodo. Algunos, el segundo. Algunos, el periodo cristiano. Algunos, el postcolombino. Algunos, el prerrafaelista. Alguna gente prefiere mis canciones de los noventa. Veo que ahora a mis oyentes no les preocupa de qué periodo son mis canciones. Sienten el estilo y la sustancia de una forma más visceral y se conforman con ello. Las imágenes poéticas no les obsesionan. Si hay un astrólogo con antecedentes criminales en una de mis canciones, no va a hacer que cualquiera se pregunte si la raza humana está condenada. Las imágenes están tomadas en el valor nominal, y esto me liberó.
¿En qué sentido?
– Por ejemplo, si hay sombras y flores y salientes cenagosos en una composición, eso es lo que son en esencia. No hay mistificaciones. Es la única manera en que puedo explicarlo.
¿Como una locomotora, un par de botas, un beso o la lluvia?
– Exacto. Todas estas cosas son lo que son. O fragmentos de lo que son. Es la manera en que las mueves lo que hace que funcione.
Últimamente has estado trabajando en diferentes campos. Tu libro ha sido un best-seller, has actuado en una película, tu programa de radio Theme Time Radio Hour es muy popular y has expuesto tus pinturas. ¿Trabajar en otros medios retroalimenta a la música?
– Creo que si eso ocurre, podría ocurrir al revés.
¿Crónicas fue un trabajo así?
– Por su puesto, Crónicas tiene su propio ritmo. Y creo que salió de tocar canciones.
¿Qué te parece tu obra artística?
– Eso es completamente mágico. Siempre había pintado, pero hasta hace poco nadie se había mostrado interesado en ello.
¿Y ahora?
– Bien, he expuesto en un museo, me he asociado a una galería de Londres, y habrá, probablemente, otra exposición en un museo europeo en 2010. Voy subiendo para mantenerme. Me han encargado nuevas pinturas y quieren que trabaje con hierro y plomo.¿Cómo encuentras el tema?
– Dibujo lo que me resulta interesante, y entonces lo pinto. Filas de casas, acres de huertos, líneas de troncos de árboles, podría ser cualquier cosa. Puedo tomar un cuenco de fruta y convertirlo en un drama de vida y muerte. Las mujeres son figuras poderosas, así que las represento de esa manera. Puedo encontrar a gente para pintarla en comunidades de casas rodantes. También podría pintar a burgueses. No intento hacer comentario social o satisfacer la visión de alguien, puedo encontrar el tema en cualquier lugar. Intuyo que, en cierto modo, sale del mundo popular del que he surgido.
Despiertas en la habitación de un hotel en Wichita y miras por la ventana. Una niña está caminando a lo largo de las vías del tren arrastrando una gran estatua de Buda en un vagón de madera mientras un perro de tres patas la sigue. ¿Alargarías la mano para coger la guitarra o el cuaderno de dibujo?
– ¡Oh, vaya! Dependería de muchas cosas. Sobre todo del ambiente; como qué día hace. ¿Es un cielo gris azulado sin nubes o parece que va a llover? ¿Una niña que arrastra un vagón con una estatua en él? Probablemente pondría eso último. El perro de tres patas… ¿de qué clase? ¿Espaniel, buldog, retriever? Eso supondría una diferencia. Tendría que pensarlo. Depende del ángulo desde el que lo mire. Segunda planta, tercera, octava… No lo sé. Quizá querría bajar allí. También las vías del tren. Tendría que encontrar una manera de conectarlo todo. Supongo que pensaría si eso era un augurio o presagio de algo.
Si un joven considerase seguir una carrera artística para conocer a muchas mujeres, ¿qué sería mejor, que aprendiese a pintar o a tocar la guitarra?
– Probablemente ninguna de las dos cosas. Si tiene mujeres en la cabeza, es mejor que piense en hacerse abogado o médico.
¿En serio?
– Sí, en serio. Quizá detective privado, pero ésa sería una motivación equivocada para cualquier carrera.
En “My Wife’s Home Town” hay un verso que dice: “De todos modos, los sueños nunca trabajaron para mí”. ¿Realmente crees eso?
– Sí. Los sueños pueden llevarnos a un callejón sin salida. Todo el mundo tiene sueños. Vamos a dormir y soñamos. Siempre he pensado que salen del subconsciente. Creo que se pueden interpretar. Los sueños nos dicen mucho de nosotros mismos, si podemos recordarlos. A veces podemos ver lo que hay al girar la esquina sin ir realmente a la esquina.
¿También pueden los sueños significar esperanzas para el futuro?
– Por supuesto. Creo que la cosa está en sobre cómo utilizamos la palabra. ¿Esperanzas para el futuro? Siempre lo he relacionado con miedos hacia el futuro. Esperanzas y miedos van juntos como un equipo de comedia. Pero sé lo que estás diciendo. Es como en la canción de los Everly Brothers “All I Have To Do Is Dream” [“Todo lo que tengo que hacer es soñar”]. Si dijesen, “Todo lo que tengo que hacer es tener esperanza”, no estarían diciendo lo mismo.
¿Y respecto a los sueños políticos?
– Oh, sí. Los políticos tendrían sueños políticos, sueños y ambiciones. Quizá estamos hablando de dos cosas diferentes.
¿Cuál es tu opción política?
– La política es espectáculo. Es un deporte. Es para los muy acicalados y ricachones. Los vestidos impecablemente. Los juerguistas. Los políticos son intercambiables.
¿No crees en el proceso democrático?
– Sí, pero, ¿qué se ha logrado con los políticos? Los políticos crean más problemas de los que resuelven. Puede ser contraproducente. El poder real está en manos de pequeños grupos de gente, y no creo que estén legitimados. ¿Qué opinas de los Stones?
– ¿Qué opino de ellos? Hace bastante que están acabados.
Hicieron una gigantesca gira el año pasado. ¿Los llamas acabados?
– Oh, sí, te refieres a Steel Wheels. No estoy diciendo que no sigan funcionando, pero necesitan a Bill [Wyman]. Sin él son una banda de funk. Serán los verdaderos Rolling Stones cuando consigan que regrese Bill.
Bob, estás anclado en los ochenta.
– Lo sé. Estoy intentando liberarme.
¿Realmente piensas que los Rolling Stones están acabados?
– Claro que no, están lejos de estar acabados. Los Rolling Stones son verdaderamente la mayor banda de rock and roll del mundo y siempre lo serán. También la última. Todo lo que vino después de ellos, metal, rap, punk, new wave, pop-rock, lo que quieras… puedes rastrearlo todo en los Rolling Stones. Han sido los primeros y los últimos y nunca nadie lo ha hecho mejor.