Manuela Picó. Paisajes flotantes de cerámica (2004 - 2008)
Palacio de Benacazón. Toledo. Abril 2008
Por Julia Sáez-Angulo
"Esto no son cerámicas", podríamos
decir parafraseando a Magritte. En los cuadros de esta serie de Manuela
Picó encontramos, por encima de todo, pintura, un trabajo artístico
de buena factura –dibujo, color y composición- en el que
se representan aguamaniles, ánforas, jarras de pico, copas, cuencos
y orzas reales de Talavera de la Reina; botes de Toledo; jarrones y floreros;
tarros y albarelos de farmacia... También cantimploras, teteras,
tibores y maceteros chinos o yakimonos japoneses. El repertorio
es amplio, rico, fascinante, parece decirnos la pintora, y de ello da
fe a lo largo de la contemplación de sus cuadros.
Dibujo y formas de lozas y porcelanas
El espectador se detiene a contemplar el perfil de las
formas, el dibujo de su decoración y los colores que le dan vida
a la cerámica. Un dibujo firme y una representación realista,
casi fotográfica. A la vista de las piezas históricas o
de museo que figuran en las obras expuestas, la pintora ha debido utilizar
la fotografía o la reproducción serigráfica como
elemento auxiliar de su trabajo, algo que ya hiciera Sorolla y tanto otros
grandes maestros a lo largo de la Historia del Arte.
Pero
el dibujo y la pintura de las formas de lozas y porcelanas no se queda
en un hiperrealismo frío o congelado, sino que se tiñe de
irrealidad, casi de onirismo, para que las piezas cerámicas no
sean un simple catálogo de formas, sino una presencia evocadora
y poética. Las cerámicas de la pintora son formas que flotan,
que carecen de pedestal o basamenta, tan utilizada para repartir los volúmenes
con arreglo a la proporción áurea. Manuela Picó ha
prescindido del recurso habitual de la base para situar sus iconos en
una espacialidad etérea, irreal, misteriosa, como piezas entrevistas
en una fantasía o ensueño. El lugar se descontextualiza,
la cerámica deja de ser corpórea y la imagen se hace ingrávida.
El primitivo realismo inicial, por tanto, se des-realiza y se convierte
casi en pintura metafísica, en paisajes cerámicos flotantes,
en lo real transfigurado.
Cromatismo de azules y blancos
La tensión fondo/figura queda fraguada, por un
lado, en una suave diferenciación del color que no se distrae en
exceso del conjunto y, por otro, en una especie de nubes, nieblas, fumatas,
vapores o película lechosa, que envuelve o atraviesa parcialmente
las cerámicas representadas en una suerte de brumas y logra algo
más importante, crea un espacio intermedio, la gran búsqueda
de la pintura. Con estas interferencias plásticas evanescentes
en los objetos, se invita al ojo del espectador a completar visualmente
lo cubierto de los objetos con la pintura traslúcida, según
disposición de la autora. Figuración y pinceladas de abstracción
generan una curiosa dinámica.
El
dibujo y el cromatismo de los cuadros se desenvuelve siempre, a caballo
entre los fríos azules y blancos, junto a los amarillos u ocres
calientes. El resultado revela la maestría de la autora en su buen
saber hacer. Sus composiciones son de articulación clásica.
El motivo icónico, con puntuales excepciones, suele ocupar el espacio
central del lienzo o la tabla como soporte. Los ritmos del dibujo van
marcando, con invisible geometría, la diagonal, el círculo,
el triángulo o los diversos paralelepípedos que confieren
estructura arquitectónica a las figuraciones del cuadro.
Capítulo aparte merece la precisión minuciosa
y preciosista de la pintora en la ornamentación de las cerámicas,
un repertorio exuberante que recorre los campos de la figuración
en la imaginería religiosa, heráldica, flora, fauna y toda
clase de lambrequines, roleos y guirnaldas del Renacimiento o de palabras
e ideogramas orientales. Una tarea morosa que ilumina las piezas y le
dan calidez a los volúmenes. Manuela Picó no ha escatimado
atención para reflejar con primor ese mundo dibujístico,
casi miniaturista. El hecho de haber tomado las lozas y porcelanas en
un amplio primer plano facilita las cosas. Los objetos están representados
en bastantes casos a mayor escala - un logro del pop- lo permite una mejor
visión de los ricos dibujos.
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