Chus Pato: «Hordas de escritura» y «Secesión»
por Alberto García-Teresa
Amargord, 2012. 236 páginas
En un único volumen aparece la versión en castellano de los dos últimos poemarios de la escritora gallega Chus Pato: Hordas de escritura (Premio Nacional de la Crítica) y Secesión. Además, el libro se abre con un lúcido prólogo de Ana Gorría, buena conocedora de su obra, quien también se ha encargado de volcar al castellano los originales gallegos, publicados en 2008 y 2009. Gorría aporta una visión de conjunto, desgrana las claves del proyecto poético de Pato y realiza un análisis estructural muy certero.
Chus Pato emplea extensos versos, versículos, o directamente fragmentos en prosa, que se van encadenando. El ritmo, de hecho, en muchas ocasiones, es establecido por la disposición de las imágenes. De esta manera, su poesía se articula con la superposición de voces y de planos textuales, incluso de metalenguaje. Así, el poema se interpreta como un espacio de confrontación. A él, además, se incorporan muchas referencias culturales e históricas. En cualquier caso, en Secesión, donde las piezas se hayan claramente segmentadas, cobra mayor peso lo narrativo y la prosa.
La poesía de Pato se mueve con un impulso cosmogónico, que se manifiesta en una suerte de narración alucinatoria en numerosos tramos del volumen. En ese sentido, establece una relación orgánica con la naturaleza. Además, la escritora parte de que estamos hechos de lenguaje, y establece también una relación orgánica con él.
Por otra parte, presenta en sus versos un contraste entre dos espacios: el interior y el exterior del «yo» poético, claramente delimitados. Como señala Gorría, existe en la obra de Pato un continuo paso de lo personal, del cuerpo y de la mente propios, de la intimidad, al entorno entendido como totalidad (a raíz de esa especial vinculación con la naturaleza antes señalada). Precisamente, es en esa salida de la individualidad donde se toma conciencia de la unicidad del mundo. Por tanto, la autora se centra en un sujeto, pero, de forma significativa, la encarnación de este va mutando de manera explícita (no sólo por cambios claros de una pieza a otra, sino que se constata la transformación en el propio texto formalmente) a lo largo de los versos (en Hordas de escritura) o bien de los poemas (en Secesión). De este modo, siempre existe una focalización, pero el sujeto es escurridizo: se escapa, se transforma, se pierde de vista.
Uno de sus núcleos medulares es el conflicto, el cual se manifiesta también de manera formalmente conflictiva, a través de esa fragmentación, esa encarnación conflictiva, la oposición de planos, voces, registros… Desde esa mirada, también se expone una crítica política y social; una denuncia del abuso del Poder, del militarismo, de la desigualdad social. ¿Qué tipo de progreso, se plantea, hemos alcanzado entonces con tan alto índice de pobreza y con tan alto número de guerras abiertas?
Por su parte, la metapoesía resulta otro de los temas recurrentes. Pato explora cómo nos configura el lenguaje, indaga en cómo nos otorga identidad y cómo se aprehende el mundo a través de él.
Se trata, en definitiva, la de la Hordas de escritura. Seguido de Secesión, de una interesantísima propuesta, que muestra una personal voz y una original manera de asomarse a la realidad.