Nuria Ruiz de Viñaspre, Ana Martín Puigpelat: Tabula rasa
por Alberto García-Teresa
La Garúa, 2013. 164 páginas
Este interesante proyecto pone de relieve las relaciones entre música y palabra. La obra surge de un reto. Las dos autoras escriben un poema tras escuchar una misma pieza de música clásica, de manera aislada, sin ponerse en comunicación. Al unísono, cuando ambas han terminado su texto, se lo intercambian. Y repiten el ejercicio con otra nueva pieza. Así, hasta sumar las 31 que conforman el libro. De esta forma, Ana Martín Puigpelat y Nuria Ruiz de Viñaspre continúan la tradición de poetas que emplean el verso como modo de expresar la contemplación (audición, en este caso) de otras obras de arte. Arte que genera arte.
Es muy llamativo que, a pesar de que ambas escritoras poseen registros diferentes, su respuesta a un mismo estímulo (cada pieza concreta) revela significativas similitudes. No sólo en el tono, sino en cuanto a los referentes utilizados. Incluso, ambas coinciden al incluir una misma cita de Cioran para acompañar sus respectivos textos de Variaciones Goldberg – Aria, de Bach.
Sin embargo, de este trabajo de composición no se deja constancia en el volumen, desacertadamente, en mi opinión, pues resulta crucial para comprender la verdadera dimensión de la investigación de las capacidades de comunicación de la música.En cualquier caso, el poemario ofrece un buen conjunto de textos que funcionan de manera autónoma, que pueden leerse e interpretarse como tales, fuera del ejercicio que los ha generado. No obstante, los poemas aparecen recogidos sin una especificación sobre su autoría. Efectivamente, de ella se deja constancia sólo en un apunte final en el índice. Por tanto, el volumen ha sido editado como un poemario conjunto, sin distinciones, con los dos textos agrupados y diferenciados sólo bajo el rótulo de cada una de las piezas de música, que les confiere, por tanto, su única identidad.
Destaca el poder de sugerencia que las propias imágenes y metáforas de los versos. Son fruto, a su vez, en definitiva, de la evocación que la música despliega. También su diversidad formal, el registro existencial, o, la interpretación existencial de las piezas escuchadas.
En suma, estamos ante una estimulante obra, que permite descubrir las relaciones entre música y palabra, entre distintas maneras de expresión, y evidenciar las múltiples manifestaciones que el talento emplea para dar forma al modo de vivir, de sentir y de pensar la vida.