Emilio Bueso: «Cenital»
por Alberto García-Teresa
Salto de página, 2012. 288 págs.
Proyectar hacia el futuro asuntos e inquietudes que se presienten hoy es una de las mejores maneras de tomar conciencia de las consecuencias de nuestros actos. Una de las ramas más fértiles de la ciencia ficción ha sido precisamente aquella que, a partir de un análisis de la sociedad, la economía y/o la política coetánea, construye un escenario que ahonda en los problemas del presente y los pone en movimiento para alertarnos sobre ellos. Las distopías (las «antiutopías»), en ese sentido, resultan una herramienta narrativa poderosísima para analizar la realidad.
Entre la escasa producción originalmente escrita en castellano que aborda este subgénero, Cenital, de Emilio Bueso, trabaja con el postulado del «pico del petróleo», parte de la actual crisis económica e incide en la crisis energética hasta el punto de que genera, en la novela, un colapso civilizatorio.
El volumen avanza con un ritmo ágil, y combina varias líneas temporales y diversos puntos de vista de personajes en capítulos diferenciados. Así, a través de la historia personal de los habitantes de una «ecoaldea», Bueso construye el relato de los precedentes inmediatos, de cómo se desarrolló la catástrofe, que supone el centro de la obra, al mismo tiempo que lo alterna con la acción en presente. De este modo, el autor lleva a cabo un recorrido exhaustivo de consecuencias y de necesidades en el nuevo escenario.
Sin embargo, Bueso inserta excesivo discurso explícito, a través, formalmente, de la reproducción de las entradas del blog del protagonista, en las que se exponen directamente sus ideas. Estas se alternan con el desarrollo de una trama un tanto insulsa que no avanza a pesar de los continuos cierres de capítulo en suspenso. Además, la irrupción de ciertos personajes estereotipados y la reiteración en los modos de presentación de los personajes terminan por lastrar como artefacto novelesco un libro que, sin embargo, cubre una imprescindible función de advertencia.