Antònia Vicens: «Lovely»
por Alberto García-Teresa
(Saltadera, 2017. 120 págs. Traducción de Carlos Vitales)
Antònia Vicens (Santanyí, 1941) recoge en los poemas de estas páginas una mirada que pone en cuestión la naturaleza de los afectos y de los vínculos. Desde una radical crítica feminista de los roles tradicionales asignados a cada género, la autora recupera la memoria familiar y la arraiga (“a la memoria le han salido raíces”); la memoria de personas trabajadoras, de vida hostil por las condiciones en las que se encontraban (“una casa de pobres”). En efecto, Lovely versa la memoria y presenta la persistencia de los recuerdos, pero con un talante alejado de toda nostalgia. Más bien al contrario: la contundencia y la dureza de lo rememorado (“nunca te dijeron una palabra / que oliera // a ternura”), plasmado desde la autobiografía (y que nos muestra tanto la personalidad de la poeta como la de sus progenitores) supone más una condena de una época y de un modelo de educación y de sociedad que una mirada idealizada de la infancia y la adolescencia.
Con tono conversacional y registro referencial, Vicens despliega poemas narrativos que se alternan, en una cuidada disposición (toda la construcción del volumen es impecable, a base de estructuras reiterativas y de series y que se apoyan entre sí y que consolidan una singular atmósfera) con piezas concisas y evocadoras confeccionadas con paralelismos y que se desprenden del apego al relato familiar para ampliar la mirada. A su vez, la autora lanza una continua reinterpretación lírica de la realidad, especialmente alrededor del mar (su padre era marinero), que le permite afrontar y superar (o aspirar a superar) su entorno.
De este modo, Antònia Vicens logra un poemario notable, de múltiples niveles de lectura.