Escandar Algeet: «La risa fértil»
por Alberto García-Teresa
(Ya lo dijo Casimiro Parker, 2017 112 páginas)
El sexto poemario de Escandar Algeet podría considerarse un libro de confluencia: en él encontramos todas las líneas que han ido marcando sus anteriores entregas. En cada una de las secciones de La risa fértil (que se abre con un largo y fenomenal poema, que da título al volumen y que constituye un avance en la trayectoria de Algeet, en cual destaca el buen trabajo con la tensión interna) aparecen el amor, la familia, la vida nocturna, la crítica sociopolítica y la autobiografía, que fueron elementos centrales (a veces, casi exclusivos) de libros previos. Asimismo, el escritor continúa con el verso largo y su estilo referencial empujado, a nivel lírico, por metáforas sencillas (apoyo permanente) y en los juegos de palabras. Al respecto de esto último, son muy significativos los neologismos formados con recategorizaciones gramaticales de derivaciones de sustantivos, verbos, adjetivos… Desde ahí, con una perspectiva de síntesis, que pudiera parecer contradictoria con el desarrollo versal de sus composiciones, Algeet sigue encontrando versos rotundos, que pudieran ser interpretados como sentencias.
Gran número de poemas se construyen alrededor de la autoafirmación, de la exposición de planteamientos vitales. Algeet continúa explorando su posición ante la vida. Básicamente, consiste en una visión humanista empapada de anhelo de fraternidad. En ese sentido, arremete contra la mercantilización de la vida, contra la cultura del odio, la violencia y la exclusión: “creo en el abrazo como única opción de ataque. / En el odio como primer atisbo de derrota. / En la bondad como único medidor humano”. Especialmente, el autor plantea y reitera la reivindicación del abrazo como símbolo de esa fraternidad. Exalta la resistencia desde una perspectiva de superación de la adversidad, siempre atravesado por un vector vitalista que es, en verdad, la base de su obra. Como muy bien expresa el título, el poeta ensalza la alegría para encarar y transformar la realidad; como mecanismo que activa los procesos de cambio: “La gente suele reírse / cuando les hablas de cambiar el mundo. / No entiende que / precisamente / es en la risa / donde empieza todo”. Algeet apuesta por la celebración; por el amor y el optimismo como aspectos movilizadores, como energías productivas de transformación, engendradoras de esperanza y de deseo vitalistas.
Por otra parte, cuando orilla lo individual, la afirmación salta del “yo” al “nosotros” y surge poderoso un carácter más colectivo de su poesía, también ligado al ámbito del deseo: “crecer / desde el soy al seremos”; “conjugar en plural el nuevo mundo”; “creemos de batalla en batalla / migajeando de ilusión la rutina / hasta que un día el sueño / sea el rugir no callado de nuestras manos”.
Los poemas se vuelcan en una edición muy cuidada, con un diseño espléndido, como nos tiene acostumbrados la editorial Ya lo dijo Casimiro Parker. Con ese gustoso soporte, nos llega esta poesía radicalmente vitalista, de exaltación de la vida y de quienes aspiran a vivirla con dignidad, amor y respeto, enunciada desde una actitud receptiva, abierta, generosa y luchadora.